Pareciese que muchos en Venezuela no se han dado cuenta de la bomba de tiempo sobre la cual estamos viviendo. El pasado 15 y 16 de abril pudimos percibir apenas la “punta del iceberg”, el iceberg del odio, de la aniquilación, de la violación a los derechos humanos, del desdén a la vida del prójimo, del fascismo, del genocidio.
Y tú ¿qué piensas hacer para que el genocidio de Ruanda no pase en Venezuela? |
Pues bien, uno de los factores clave previo al inicio y durante el desarrollo de las matanzas fue la emisora “Radio Televisión Libre de las Mil Colinas” (RTL). Hubo también periódicos que fomentaron la división, con meses de antelación y animaban a matar. La radio anunciaba en antena nombres de personas que consideraba cómplices de la rebelión tutsi del Frente Patriótico Ruandés. Los interhamwe, los militares, o sus vecinos, tomaban nota y se encargaban de efectuar las ejecuciones. Las calles se llenaban de sangre del pueblo injustamente masacrado mientras la radio repetía “La canción es una celebración, los cómplices del FPR han sido exterminados, proclama. Y sigue, Dios es justo, venid a compartir conmigo la alegria”
En Venezuela, mediáticamente estamos en una situación similar. Cerca del 90% de la prensa, la radio y tv privada del país promueven un repudio creciente hacia el chavismo. Con enunciados irresponsables como “el chavismo está destruyendo al país” o “el chavismo está regalando nuestras riquezas” incitan a la intolerancia y odio según simpatías políticas. Peor aún, ustedes hablan con cualquier opositor y ha sido sustraído quirúrgicamente cualquier indicio de reflexión ante su actitud violenta de agresividad creciente. Agreden al prójimo en nombre de la libertad y la justicia. Trasgreden el derecho del otro mientras gritan ¡Democracia!
El llamado de Capriles a “drenar la arrechera” generó 11 venezolanos muertos, entre los que hay 2 niños. La prensa ocultó esto y el líder, impunemente y con cinismo, declaró a viva voz ante las cámaras que “esos fueron delincuentes que fallecieron en extrañas circunstancias”, cosa que la prensa replicó a lo largo y ancho del planeta.
La bomba sigue activada y nadie se ha preocupado en desactivarla. El detonante está en la mente de los opositores esperando por la chispa que les de la oportunidad de “hacer justicia”. Imaginemos que Capriles llega mañana al Poder, ¿tendremos un genocidio a la vuelta de la esquina? Publicado por Kenny García Ortega
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