jueves, 18 de abril de 2013

La muerte del Comandante Chávez era el evento catastrófico que la oposición esperaba.



Ángel Gómez.- Durante la campaña electoral del año pasado, la que llevó al Comandante Chávez de nuevo a la presidencia en octubre, muchos encuestadores nos advertían que sólo un evento de magnitudes catastróficas podía revertir las tendencias que ellos observaban en la población. 
Tal evento debía tener un impacto semejante al que tuvieron los atentados de Madrid en el año 2004 y que cambiaron las tendencias para que el PSOE con Zapatero a la cabeza se alzara con la victoria. Nosotros vivimos ese evento catastrófico y ni siquiera nos dimos cuenta. Nadie lo hizo, ni el pueblo, ni los encuestadores, ni nuestros líderes, ni los estudiosos. Nadie.

Uno se pone a ver las cosas en perspectiva y entiende cómo fue que Capriles reconoció tan rápido la victoria el 7-O. Porque se estaba preparando para este momento. Ellos sabían no sólo de la enfermedad del presidente, sino que estaban seguros de su muerte temprana (pensemos que al Comandante lo mataron, no estemos creyendo en pajaritos preñados que la derecha es capaz de eso y más) y que la solución pasaba por la realización de elecciones. Unas elecciones normales si el presidente moría sin terminar su mandato o unas elecciones como estas si moría sin tomar posesión del nuevo mandato o a los pocos días de hacerlo. En todo caso, ellos confiaban en que ese evento catastrófico tantas veces pronosticado y advertido por encuestadores y analistas les permitiera llegar a la victoria.

Para ello fueron preparando a Capriles, presentándolo como el líder de la oposición. Y por eso sale Capriles el día 10 de marzo anunciando su candidatura con aquella macabra frase de “Chávez está muerto, nadie se los va a devolver”. Esa frase no fue casual, como no lo es nada de lo que hace la derecha. Esa frase buscaba quebrarnos, quebrar nuestra autoestima y para decirlo figuradamente terminar de matar a Chávez para que Capriles se erigiera como el nuevo caudillo. El tipo salió cagado y todo, pero aún así se estaba presentando ante los venezolanos como el tipo tan arrecho que era capaz de darle el tiro de gracia a Chávez en su propia urna. Simbólicamente no es poca cosa: el tipo se presentaba como el que había acabado con el gigante, labor indiscutiblemente propia de otro gigante. A juzgar por los resultados de las elecciones no fueron pocos los que se fueron con esa jugada, se tragaron ese anzuelo, se rindieron a la derecha.

Si a eso le agregamos que el hombre empezó a copiar y a presentarse como el nuevo Chávez, usando los símbolos revolucionarios, la bandera, el himno, las canciones de Alí Primera, el logo de la celebración del Bicentenario de la Independencia, etcétera. Y por otro lado su campaña de “Maduro no es Chávez”. En otras palabras, con todas esas jugadas el tipo se estaba presentando como el nuevo Chávez. y lamentablemente muchos compatriotas se lo creyeron, muchos cayeron en la trampa.

Y mientras tanto, nosotros volando papagayo, jugando metras, comiendo mocos. COMIENDO MIERDA. Porque esa es la verdad. No sólo no nos dimos cuenta de que el evento catastrófico tan esperado por la derecha para alzarse con el poder era la muerte del Comandante, sino que creyendo que nos la estábamos comiendo con nuestras “críticas propositivas y constructivas” comenzamos a torpedear la candidatura de Maduro porque no nos gustaban Winston, porque no nos gustaba cómo silbaba o cómo bailaba Nicolás. COMIENDO MIERDA estábamos. Y lo pongo  así porque lo digo con una arrechera del quinto coño.

Y además le hicimos el jueguito que tenían para quebrar la autoestima del pueblo chavista y revolucionario pasando sus cuñitas por VTV. Los carajos nos estaban rematando a Chávez en su urna y nosotros además los dejamos que vinieran a nuestra casa a llamarnos enchufados. ¿Cuántos de nuestros humildes no se creyeron que de verdad eran unos enchufados? ¿Cuántos no creyeron que de verdad no se merecían lo que tenían? Los tipos nos cojieron. Sí, nos cojieron.

Afortunadamente ESTE PUEBLO ES ARRECHO, DEMASIADO ARRECHO. A pesar de todas esas maniobras, de esa inmensa operación psicológica sin precedentes en la historia este pueblo se sobrepuso y se alzó una vez más con la victoria, preservando el legado de Chávez y la pervivencia de la revolución bolivariana. Será trabajo de psicólogos sociales determinar cuánto daño nos causó la derecha. A punto estuvieron de quitarnos lo que con tanto trabajo del Comandante y este pueblo hemos logrado. Pero tenemos que estar a la altura. No podemos descuidarnos ni un segundo.

Desde aquí yo convoco a politólogos, psicólogos sociales, sociólogos, antropólogos, historiadores, trabajadores sociales, psicólogos, educadores y todo aquél que tenga algo que aportar para que estemos alertas ante los nuevos embates de la derecha, que vendrán estén seguros. Esta gente no se va a quedar tranquila hasta que nos quiten lo que nosotros hemos recuperado de sus manos. Los convoco también para levantar la autoestima de este pueblo valiente y arrecho, a restañar las heridas que estos inescrupulosos, terroristas, fascistas han causado en el alma de nuestro pueblo.

Pasado el susto y el trago amargo de las elecciones, yo sólo digo con todo el orgullo y con toda la fuerza que soy capaz de contener en un solo grito que

VIVA CHÁVEZ
VIVA VENEZUELA
VIVA ESTE PUEBLO ARRECHO
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE
VIVIREMOS Y VENECEREMOS
VENCEREMOS



Ángel Gómez A.
angito.gomez@gmail.com
@angitogomez




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