jueves, 2 de mayo de 2013

¡A Capriles se le espichó un caucho! Oswaldo Martínez

Antes de realizar las elecciones en la MUD sabían con certeza que nuevamente perderìan la contienda. Su plan “A” sería no reconocer los resultados fuesen por poca o mucha diferencia.

Sin embargos, hechos como el que expertos de la misma oposición participaron en 18 auditorìas previas y firmaron y avalaron su constancia de tener disconformidad con los resultados arrojados, les impidieron sembrar matriz alguna de posibilidad de fraude, por lo que al sistema concierne.

Mediàticamente trataron por cualquier medio, en especial Globovisiòn, de desprestigiar al CNE pero sin éxito en sus pretenciones. El propio dìa de elecciones buscaron y fabricaron cualquier tipo de elemento que les permitiese sembrar duda en los electores de irregularidades en el proceso. Para colmo y sorpresa los resultados, aùn siendo legítimos, fueron màs ajustados que lo que sus expectativas ofrecían e imaginaban. En lugar de capitalizar a su favor estos resultados, contituyèndose en un importante bloque opositor, con promisoras alternativas a futuro, optaron por seguir con sus acciones planteadas de antemano. Vicente Dìaz diò el primer paso cumpliendo asì su parte de lo acordado con antelación. Capriles por su parte lanzò su antidemocrática y alocada arremetida de manera intempestiva y no compartida con sus partidos aliados. Sòlo Voluntad Popular y Primero Justicia resolvieron apoyarlo incondicionalmente.

Buena parte de sus seguidores lo acompañaron, dentro de su nueva frustración, con cacerolas, atendiendo su llamado, pero desconociendo los perversos planes que los màs radicales escondìan bajo la manga. Muertes y actos vandálicos no era lo que esperaban. Luego de conocerse, en ese instante “Se le espichò un caucho”.

Una cosa es cacerolear, marchar, protestar y otra es matar venezolanos, asediar y perseguir a sus adversarios políticos. Las cacerolas callaron. La racionalidad comenzó a prevalecer sobre la violencia. Los partidos aliados de la derecha se desentendieron de estas acciones. Capriles, Leopoldo y Ledezma comenzaron a andar solos. Conociendo que las calles se enfriaban trataron de dar un golpe certero convocando a una marcha al CNE y calentar nuevamente el ambiente. El grueso de su gente no estaban dispuestos a acompañarlos a un probable sacrificio tipo 11 de Abril del 2002. Sabìan que como carne de cañòn, podrían ser nuevamente sacrificados por sus líderes, con el pretexto de causar conmoción. Maduro, responsablemente, “ los parò en seco”. No habrìa marcha, y asì fuè. Los salvò de ellos mismos y ni se atrevieron a protestar su decisión.

El gobierno estadounidense haciéndose presente, entre otros elementos, con declaraciones directas de sus voceros en favor de Capriles, pasò a bajo perfil viendo que el grueso de sus actores pasaron a espectadores. Conscientes además de las repercusiones ya deterioradas de su política exterior y a sabiendas que Venezuela no està sola, se replegaron a actuar abiertamente y ahora se limitan a su influencia y acciones clandestinas. La presencia con muy pocas excepciones de todo el bloque Latinoamericano, Centroamericano y El Caribe además de países como Rusia, Bielorusia, India , Iràn , China y otros, reafirmaron en la Toma de Posesiòn de Maduro su solidaridad con el Nuevo Gobierno.

El pedir auditorìa de lo que fuè auditado, desconociendo a sus propios testigos y aùn asì aprobada por el CNE, los desconcertò màs, yà que era la negación de èste, su bastión de agitación. Comenzaron entonces a pedir imposibles sin éxito hasta anunciar su retiro de èsta. Ahora iràn a quemar un nuevo cartucho con una petición de impugnación ante el TSJ. Saben que no tienen elementos probatorios para solicitar esto y que no será admitida por su improcedencia pero nuevamente se persigue que al ser rechazados se victimizaràn y de nuevo a pregonar que los poderes están secuestrados e iràn hasta la corte celestial a protestar.

Adecos, copeyanos y otros saben que màs temprano que tarde al no poder permanecer con silencio cómplice, deberán reivindicarse con el Paìs todo o desaparecerán totalmente de la política nacional. La detención de Rivero y provocación y golpes en la Asamblea no son màs que tácticas mediáticas para presentarse al mundo como paladines de la libertad y perseguidos del régimen. El caso es que las fuerzas revolucionarias unidas, el estado, las redes Sociales y el propio Pueblo, saben ahora como desmontar en su terreno, cada uno de sus ataques.

Seguiràn insistiendo sin detenerse a costa de lo que sea para lograr sus propósitos en especial mientras tengan el apoyo de los medios privados. Sacrificaràn a quien les convenga, protestaràn, marcharàn, tocaràn màs cacerolas, sabotearàn y demás, pero saben que tienen “Un Caucho Espichado”.

osmar1001@hotmail.com

@osmar1001

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