He escuchado con atención las palabras
del escritor Leonardo Padrón en el marco del acto de algunos artistas
con Capriles. Sobre esto quisiera hacer algunas reflexiones, en el marco
del análisis crítico, que se desprenden de la lucha antogónica de ideas
en el marco de la democracia y la política venezolana:
L. Padrón "El Yo" |
1.
Cuando Padrón afirma que el "yo" es el inicio del país, demostrando la
estructura básica del pensamiento liberal burgués que parte del egoísmo,
se me ocurre tratar de entender como una nación puede nacer del "yo" y
no del "nosotros". Cuando no se tiene identidad colectiva es poco lo que
se puede construir socialmente, y ese es el gran problema de base de la
oposición venezolana. Con esto no pretendo negar el "yo", o la base
fundamental de la individualidad, sino por el contrario, pretendo
reafirmar que el "yo" no puede existir sin el ser social que
representamos cada uno de nosotros. Ese egoísmo asumido como patrimonio
ideológico nos lleva a pensar como Padrón, que el único sistema valedero
es aquel que nos hace competir y no da espacio para la solidaridad, es
ahí donde la diferencia de fondo se hace evidente y permité que usted
apoye una fórmula que ha destruido al país por décadas, mientras que
"yo" me sume a una propuesta que hace que "nosotros" estemos seguros que
Maduro es quien garantiza seguir trabajando desde el "nosotros" para el
bienestar real de nuestro país y el mundo.
2.
Que pena Padrón que la cédula lo tenga "exhausto", ya que como usted
muy bien sabe, quien le ha dado derecho al documento de identidad para
sentirse ciudadano con pleno derecho a los pobres que no tenían derecho a
ella, y que a través de la "Misión Identidad" logró la plena ciudadanía
de los excluidos, ha sido el gobierno revolucionario y socialista de
Chávez. Si su cédula lo tiene "exhausto" estoy seguro que una doble
nacionalidad le sentará bien, desdibujando así su identidad, para
terminar defendiendo la bandera de otro país, ese es un síntoma claro de
desclasamiento y falta de conciencia patria, reflejo de quienes quieren
que sólo una élite siga gobernando el país, y por eso han visto
truncado su deseo de convencer a la mayoría de que ustedes vuelvan a
gobernar.
3. Usted ha citado unas
palabras que dicen algo como: "el verdadero lugar de nacimiento es el
lugar donde nos miramos con una mirada inteligente" afirmando después
que "tenemos un país extraño". Esto Padrón, lo que evidencia es su gran
desprecio por la mirada del pueblo, a la que usted en pocas palabras le
llama ignorante porque no ve lo que usted quisiera que vieran, pero
también evidencia que su sentimiento es que no debió nacer aquí porque
la única mirada inteligente es la suya y la de los suyos. Vaya desprecio
y odio al que piensa distinto a usted, es por ello que la cédula lo
pone exhausto, Padrón.
4. Quizá,
una de las frases más patéticas de sus palabras es la que expresa que
"necesitamos una dosis de aburrimiento", seguro es ese aburrimiento que
permitió que Venezuela viviera adormecida con las novelas que enajenaban
al pueblo, que lo adormecían soñando con un país que no éramos, lleno
de modelos a seguir que estaban muy lejos de nuestra verdadera
identidad, que el pueblo vió en Chávez con claridad, ese hombre negro,
indio, mulato, mestizo, zambo, cuentero, cantor, salamero, ese
venezolano que usted desprecia, ese que nos hizo despertar y servir de
espejo de la verdadera identidad del venezolano, ese, "echao pa lante",
crítico de "una verdad" a la que usted sirvió para desnaturalizarnos
culturalmente a través de las novelas que ha escrito. ¿Aburridos para
qué Padrón, para que vuelvan a vernos la cara de pendejos?
5.
Usted ha afirmado que desea "un país donde la decencia sea la rutina",
afirmando así que somos un país de indecentes, vulgares, pata en el
suelo pues, y que ustedes, los de alcurnia, los de las novelas, los que
enseñaron al pueblo la pobreza mental, la sumisión, la arrogancia de una
clase, la que despotricó de los pobres, son el ejemplo a seguir,
ejemplo de la decencia. Yo me quedo con los verdaderamente decentes
Padrón, aquellos que ustedes llamaban "igualdados" y que ahora con
Chávez y Maduro, pero especialmente con la revolución socialista y
bolivariana, nos hemos hecho más "iguales", aún cuando falta mucho
camino por andar.
6. Ha afirmado
usted, Padrón, que "los artistas son las antenas de la raza", ¿Qué
artistas, Padrón?, ¿Que raza, Padrón? Yo no necesito antenas porque ni
soy radio ni soy marciano, no nos siga subestimando, escritor, le queda
muy grande decirse "antena".
7. No
podía faltar la amenaza, Padrón. Cuando dices "te advertimos poder, no
nos pidas mansedumbre", ¿Cuál poder, Padrón? El poder que creyeron tener
cuando pretendieron poner a un pueblo en contra de la decisión soberana
de no seguir la concesión de RCTV, tratando de lanzar a la gente a la
calle a defender una empresa privada. El verdadero poder esta en el
Poder Popular, ese que es receptáculo de la transferencia de poder que
inició Chávez y deberá continuar Maduro, no Capriles.
8.
Y quizá lo mejor de lo mejor de sus palabras fue habernos dicho que la
historia que construye nuestro pueblo es una novela que como no la
escribe usted, no tiene rating: "vivimos en una comarca donde la muerte
tiene más raiting que la vida". Sabe por qué tiene más "rating", Padrón,
porque usted es cómplice de unos medios donde reseñar el triunfo del
pueblo con sus Misiones vende menos para los patrocinantes que los
índices de criminalidad, porque tú y los tuyos alimentaron el morbo de
la sangre y la delincuencia, porque sus novelas nos enseñaron que la
violencia contra la mujer da más "rating" que el amor de una madre.
9.
Por último Padrón, cuando afirma que "necesitamos resetear al país" lo
que nos quieres decir es que debemos borrar la memoria histórica, que
debemos evitar recordar lo que usted, y los de su estirpe hicieron y
quieren seguir haciendo al país, que se debe borrar el amor que el
pueblo le tiene a Chávez, pero lo peor es que nos quieres borrar a todos
los que hemos luchado desde abajo para ser lo que hoy somos, la
República Bolivariana de Venezuela.
Que
lástima señor Padrón, pero el odio de sus palabras, sus complejos de
superioridad y su misería no podrán contra un pueblo que a pesar de
usted y de quien representa, el señor Capriles, no quiere desaparecer,
por el contrario, quiere seguir apareciendo, para ser la patria que
Bolívar y Chávez soñaron. Adiós Padrón, espero que le vaya bien.
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