Primero publica una foto falsa de Chávez en su portada y después,
para justificarse ante sus lectores, echa la culpa de ello, nada y nada
menos, que ¡al gobierno cubano! Lo vivido este pasado jueves con El País
ha superado, como humor negro, todo lo vivido hasta ahora en la prensa
internacional.
El jueves el diario El País publicaba tanto en su página web como
en la portada de su edición en papel una foto “exclusiva” en la que se
podía ver al Presidente Hugo Chávez durante un momento de su tratamiento
médico en La Habana. La noticia, que anteriormente a su publicación
había sido anunciada a bombo y platillo en la red por alguno de sus
colabores más antichavistas, prometía ser de impacto mundial y no dejar
indiferente a nadie. Y así fue.
Apenas media hora después de su publicación en la web, y una vez la
edición impresa había salido ya de las rotativas, el diario se vio
obligado a retirar la imagen de Internet, así como de dar orden para que
se paralizara la distribución de su edición en papel, habida cuenta de
que se comprobó que la foto en cuestión era falsa.
La foto, como ya sabrán, había sido sacada de un vídeo de Youtube
subido en el año 2008, y en el cual se podía ver a una persona siendo
intubado, una persona que ni si quiera se parecía al presidente Chávez y
que solo en un momento concreto del vídeo, justo el que fue
inmortalizado para la posterioridad por El País, recordaba ligeramente a
la figura del presidente venezolano.
Lo más patético de todo es que a los editores de El País les hubiese
valido con consultar Google para descubrir la falsedad de la foto, pues
ya desde principios de enero se sabía la procedencia de la misma y la
noticia había sido tratada por diferentes medios tanto en América Latina
como en el estado español, entre ellos Kaosenlared, Aporrea o Telesur.
Con haber puesto en Google “foto falsa de Chávez intubado” se podrían
haber ahorrado el escarnio internacional al que desde la publicación de
la foto fueron sometidos por millones de personas en todo el mundo. Pero
obviamente, como dijo alguien alguna vez: “no dejes que la realidad te
arruine un buen titular”. El País tenía su exclusiva y no iban a hacer
semejantes tonterías, de contrastar fuentes o buscar información al
respecto en la red, para que la noticia bomba de la semana se les
viniese abajo. Les pudo su propia ihumanidad.
El ridículo fue de tal magnitud que la poca vergüenza que pudiera
quedar en la dirección de ese periódico pasó definitivamente a la
historia, y durante todo el día las redes sociales en el estado español y
toda América Latina se mofaron del periódico de PRISA.
No obstante, aunque el asunto pueda dar lugar a unas bien merecidas
bromas para ridiculizar al diario neoliberal e imperialista español, el
tema de fondo es realmente serio. Con la publicación de esa fotografía
el diario ponía una vez más de manifiesto la decadencia moral y humana
que es santo y seña de la prensa capitalista internacional a la hora de
informar sobre Chávez y en concreto desde que se conociese su
enfermedad. Aunque algunas personas trataron de calificar la publicación
de tal foto como un “error”, en realidad de error no tiene nada, es una
más de las múltiples publicaciones falsas, manipuladas y decadentes que
a diario se hacen sobre Venezuela y sobre la salud de Chávez.
La publicación de la foto no es más que el reflejo de una línea
editorial que se basa en publicar todo aquello cuanto sea necesario para
contribuir a la desestabilización de Venezuela y al desprestigio del
gobierno venezolano, en una clara apuesta por convertir la enfermedad de
Chávez en un arma política a través de la cual tratar de conseguir
mediáticamente lo que la oposición no puede conseguir en las urnas ni en
las calles del país. La foto es solo la penúltima acción al respecto.
Pero si grave fue el ridículo que hizo El País al publicar la foto,
no menos grave fue el que tan solo unas horas después, y esta vez de
manera totalmente consciente e intencionada, volvía a hacer cuando, en
su delirio, trató de justificarse ante sus lectores y el mundo por la
publicación de tal foto.
En un editorial titulado “La foto que El País nunca debió publicar”,
Cebrián y los suyos quisieron echar balones fuera y no tuvieron otra
ocurrencia que responsabilizar de la publicación de tal foto....tachán,
tachán..... ¡al gobierno cubano!
Sí, como lo leen. La culpa de que El País publique en su portada una
foto falsa de Chávez, de pésima calidad y sacada de un vídeo de youtube,
que desde principios de enero se sabía que era falsa y de dónde
provenía con pelos y señales, la tiene... tachán, tachán... ¡el gobierno
cubano!
Según el medio de la mafia PRISAICA, no pudieron contrastar la veracidad de la fotografía “dadas las restricciones informativas que aplica el régimen de Cuba”. Explicando a continuación que
“La corresponsal de EL PAÍS en la isla, Yoani Sánchez, es, además, una
conocida y crítica bloguera vetada por las fuentes de información
oficiales y cuyos movimientos son vigilados permanentemente por las
autoridades, lo que dificulta cualquier trabajo de verificación. Tratar
de que Yoani Sánchez se pusiese en contacto con cualquier fuente habría
supuesto un riesgo para ella y las personas supuestamente implicadas en
la foto”.
Suponemos que sería el mismísimo Fidel quien se introdujo de
incógnito en la redacción de El País y les impidió consultar Internet
para buscar información al respecto de la foto. También suponemos que,
además, Raul Castro les obligó a contradecir su propio libro de estilo
y, pistola en mano y apuntando sobre la cabeza del director del diario,
los forzó a publicar una foto de un hombre enfermo cuya identidad no era
posible confirmar y cuya evidencia de que pudiera ser Hugo Chávez era
exactamente ninguna. Igualmente, el espíritu del Ché recorrió ese día la
redacción y poseyendo a todos los presentes les impidió reflexionar
sobre la calidad de la imagen o la falta de información añadida sobre el
momento concreto del tratamiento en qué fue tomada.
Todo fue, por supuesto, culpa de las restricciones a la libertad del
gobierno cubano. Además así se lo reconocieron los principales medios
internacionales quienes, según el diario, a lo largo de todo el día “destacaron
el comportamiento de EL PAÍS por la rapidez a la hora de rectificar,
pedir disculpas y retirar los periódicos con la foto falsa de los puntos
de venta”. Las mofas y las risas que ustedes pudieron leer ayer en
la red al respecto, qué duda cabe, no fueron reales, sino parte también
de la estrategia diseñada desde La Habana para ridiculizar a El País y
dejarlo en evidencia.
Sinceramente, en esto de la prensa internacional las hemos visto ya
de todos los colores. Se han dicho barbaridades de todo tipo y se han
publicado las mentiras más impensables, sobre todo cuando se habla de
determinados países, como Venezuela o Cuba, que no se pliegan a los
intereses de las grandes corporaciones internacionales que están detrás
de los grandes medios. Pero lo vivido este pasado jueves con El País ha
superado, como humor negro, todo lo vivido hasta ahora. Es imposible
hacer más el ridículo en menos tiempo y además, lejos de avergonzarse
por ello, incidiendo en hacer ridículo sobre ridículo sobre ridículo.
Toda una muestra de como está la “prensa seria”. Ja.
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