Marc Vandepitte.- Las elecciones presidenciales de los Estados Unidos son un verdadero circo transmitido hasta el cansancio por los medios de comunicación. La pregunta por antonomasia es si tiene alguna importancia quién las gana. Marc Vandepitte echa una mirada tras las bambalinas y presenta cifras impresionantes sobre El Sueño Americano.
Compre el presidente Estas elecciones baten todos los records de inversión en publicidad. Los dos candidatos juntos gastaron en sus campañas cinco mil millones de dólares,(1) de los cuales más de la mitad en anuncios televisivos. Con esa suma se podría proveer de agua potable (2) a todos los habitantes del planeta y de instalaciones sanitarias a 900 millones. Sumas gigantescas como estas no se reciben porque sí. En los últimos meses el presidente Obama ha dejado de lado su trabajo presidencial (3) durante dias enteros para recaudar fondos. Por lo general, estos fondos vienen de empresas de la mayor importancia y de la gente más rica. Este año, 26 multimillonarios (4) han puesto sobre la mesa unos 61 millones de dólares. Todas juntas, estas personas poseen tanto como los cincuenta millones de habitantes más pobres de los EE.UU. También los grupos de presión dieron buena cuenta de sí. En 2011 otorgaron nada menos que 3,3 mil millones de dólares (5) para ayudar a determinar el rumbo del país. Conceder un puesto de trabajo a un familiar de un político (6) o mantener abierta una posición lucrativa para el político en cuestión son otros trucos que usan para ejercer su influencia en Washington. La mitad de los senadores y 42% de los miembros de la Casa de Representantes forman parte de los grupos de presión (7) cuando se despiden de la política. Tal vez Obama tiene buenas ideas y planes pero, por lo visto, no es eso lo que cuenta en la Casa Blanca. Poco es lo que ha sido realizado de los puntos más importantes de su programa (8): la disminución de los impuestos para los ricos no se ha anulado, los planes para el seguro de salud se han debilitado completamente, se evita cualquier confrontación con el seguro de salud y la industria farmacéutica, la preparación de una ley para luchar contra el calentamiento de la tierra ha sido torpedeada por las grandes industrias del petróleo y el carbón, el planeado cierre de la cárcel de Guantánamo no se realizó. A los paraísos fiscales, Obama no los ha tocado ni con un dedo y, después de la bancarrota financiera, Wall Street (9) ha logrado detener una reforma seria. Los bancos, ellos, han recibido un apoyo de 4 billones 660 mil millones de dólares. (10) Este cifra gigantesca es 155 veces (11) mayor que lo que se invierte en un año en cooperación al desarrollo y 90 veces (12) mayor que lo que se necesita anualmente para transformar la economía en una economía pobre en carbono. Entretanto, los bancos permanecen lindamente haciendo entrega de megabonos.
Confianza en la democracia En los Estados Unidos reina, en general, un gran descontento. (13) El 68 % de la población dice estar descontenta con la situación, mientras que sólo el 30% está contenta. La desconfianza en la política es aún mayor. Entre 77 y 83% desconfía del Congreso (14) y una cifra aún mayor no confía en las noticias políticas (15) de los medios de comunicación. En el medio del período presidencial (16) de Obama, 65% de la población daba un juicio negativo del mismo. La participación en las elecciones es generalmente baja. La vez anterior, 81 millones (17)de personas no fueron a votar, esto constituye el 38% de los posibles votantes. Este fue, sin embargo, el mejor resultado de los últimos cincuenta años. En realidad, entonces, en 2008 Obama fue elegido por 32,6% de los votos. No hay que buscar lejos las razones para una participación tan baja . El 71% de la población ve al gobierno como un grupo de interés, (18) y una cantidad aún mayor cree que el gobierno y las empresas son buenos amiguitos. No tiene que sorprendernos si nos fijamos en el tipo de personas que forma parte del Congreso. Sobre poco más o menos de la mitad (19) de los así llamados representantes del pueblo son millonarios y constituyen, así, un perfecto reflejo del 1% más rico. Los quince más ricos (20) del Congreso tienen un capital conjunto de 1.200 millones de dólares. El miembro del Congreso más rico es Michael McCaul. (21)Este tejano posee, él solito, 300 millones de dólares.
Economía Los Estados Unidos son, además, la primera economía del mundo, pero pierden terreno rápidamente. Al final de los años 60, su producto nacional bruto (la riqueza producida anualmente) constituía el 36% (22) del total mundial. Hoy representa sólo el 21%. (23) Desde 2016, y expresado en volumen, podría ser China la que pasara (24) a serlo. (9) Un cambio fundamental que el país debe realizar en el futuro está ligado a la deficiente infraestructura del país, la que fue completamente descuidada en el último decenio. La sociedad de ingenieros civiles (25) dio a la aviación, diques, agua potable, energía, desechos peligrosos, canales, edificios escolares y aguas residuales la calificación D. A los puentes, los parques recreativos, el ferrocarril y los residuos comunes, que están algo mejor, les dieron una calificación de C (A = Muy bueno, B = Bueno, C = Regular, D = Malo). Otro cambio para el futuro tiene que ver con la gigantesca deuda del país. La deuda pública creció de alrededor de 60% en los años 60, (26) a 106% en la actualidad. (27) La deuda total de los Estados Unidos hoy (empresas, familias (28) y autoridad pública), es de 54 billones de dólares, lo que constituye ¡el 350% del PNB! Cada habitante de los Estados Unidos carga con una deuda de unos 170.000 dólares. Un tercio (29) del gasto público de este año se solventará con préstamos. ¡Una situación insostenible! En el terreno industrial, los Estados Unidos dependen más y más de la importación. En este momento, por ejemplo, China exporta (30) a los EE.UU. por un valor de 365 mil millones de dólares, lo que asciende al 20,5% (31) de lo que EE.UU. mismo produce. Para las ganancias, las empresas estadounidenses son también cada vez más dependientes de lo que producen en el exterior. En los años sesenta, (32) las ganancias provenientes de las filiales en el exterior eran de alrededor de 6%, en 2010 (33) habían ascendido al 22%.
El Premio Nobel por la guerra La recesión económica y la dependencia creciente de las ganancias en el extranjero por un lado, y el progresivo activismo militar por el otro, ¿serán una casualidad? En este momento EE.UU. invierte más de 700 mil millones de dólares (34) en defensa, lo que es 43% del total mundial, y esto considerando que tiene sólo el 4,5% de la población. Esta inversión es cinco veces mayor que la de China, la segunda de la lista, y tanto como los catorce países siguientes juntos. En realidad, también se tienen que añadir los gastos para seguridad nacional, servicios secretos y otros gastos militares (p. ej.: ventajas para los veteranos), cuya suma asciende a 250 mil millones de dólares (35). Esto significa que este país invierte unos 110 millones de dólares por hora en armamentos. Los gastos para defensa por habitante (36)ascienden, por lo tanto a 2.100 dólares. Esta cifra es superada solamente por los Emiratos Arabes Unidos, con 2.600 dólares. Israel es el terceo en la lista con 1900 dólares. Rusia invierte cinco veces menos por habitante (400 dólares) y China 29 veces menos (74 dólares). El país sobresale en el terreno de venta de armamentos: 45 de las 100 (37) grandes empresas de armamentos están establecidas en Estados Unidos. Con un poco más del 4% de la población mundial, exportan el 30% de las armas. Los siguen Rusia, con 24%, Alemania, con 9% y Francia, con 8%. En 1992, un año después de la caída de la Unión Soviética, se podía leer lo siguiente en un documento del Ministerio de Defensa: “Nuestro primer objetivo es evitar que aparezca un nuevo enemigo en el escenario mundial. Tenemos que impedir que rivales potenciales traten aún de tratar de jugar un papel a nivel regional o mundial”. (38) En este momento y a ese respecto se piensa en primer lugar en la China. (39) En un debate televisivo con Romney, Obama se refirió a China como adversario (adversary). (40) No se trata sólo de palabras; los Estados Unidos tienen tropas, bases militares, puntos de apoyo o centros de entrenamiento militar en 16 países o zonas marítimas alrededor de China: Tayikistán, Kirguistán, Afganistán, Pakistán, el Mar de Omán, el Océano Indico, el Estrecho de Malaca, Australia, las Filipinas, el Océano Pacífico, Taiwán, Corea del Sur, India, Bangladesh, Sri Lanka, y Nepal. (41) Se planean nuevas base en Tailandia, Vietnam y las Filipinas. (42) 60% de la flota está estacionada en la región. Si se observa esto en un mapa (43) se nota que no es exagerado apuntar que China está rodeada. Las actividades militares se aumentan también en otros continentes. Se calcula que los Estados Unidos tienen más de 700 bases o facilidades militares (44) en el exterior. En América Latina, después de sesenta años se hizo de nuevo operacional la cuarta flota. (45) La CIA estuvo enzarzada, directa o indirectamente, en el golpe de estado en Venezuela (2002) y en Honduras (2009). En 2008, el Pentágono creó Africom, (46) un nuevo comando militar encargado de coordinar las operaciones a llevar a cabo en el continente africano. Los Estados Unidos realizan ejercicios militares regularmente con por lo menos 17 países africanos y entrenan militares en 34 de los 54 (47) países africanos.
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