En unas declaraciones que publicara el diario digital El Mundo, el afamado escritor derechista Mario Vargas Llosa, de origen peruano con nacionalidad española, (ascendido a “marqués” por la monarquía de ese país), afirmó “que sería una gran cosa no sólo para Venezuela, sino para el resto de América Latina” que el presidente Hugo Chávez Frías, pierda las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo 07 de octubre.
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| "El desprestigio es mutuo" |
Asimismo Vargas Llosa elogió “la elocuencia” del candidato presidencial Henrique Capriles Radonski, quien ha basado su programa de gobierno en un supuesto “autobús del progreso” y que recientemente en un intento de desmarcarse de su signo ideológico se autocalificó de “centro-izquierda”, pese a que lo respalda la derecha y los grupos económicos que hundieron al país en la peor crisis de su historia republicana.
El hombre de letras no sólo destacó la “unidad” de la oposición venezolana, sino que también señaló que el candidato objeto de sus lisonjas “no está manchado con lo que fueron las componendas y la corrupción de la vieja democracia venezolana”
Capriles Radonsky se estrenó en la política como miembro activo de la secta ultraderechista denominada Tradición Familia y Propiedad (TFP), organización delictiva acusada de preparar un atentado contra la vida del Papa Juan Pablo II en su visita al país en los años 80. Sin contar que su familia le compró la curul en el viejo Congreso Nacional, a nombre de Copei.
Sin embargo para el premio Novel de Literatura 2010, este pasado no representa “una mancha” así como tampoco lo son el extremismo de Capriles, manifiesto en el Golpe de Estado contra el gobierno del Presidente Chávez, los días 11, 12 y 13 de abril del año 2002, su protagonismo en la detención arbitraria de Ramón Rodríguez Chacín, entonces ministro de Interior y Justicia, y en el asalto a la Embajada de la República de Cuba.
Es acaso ignorancia pura de la reciente historia política venezolana o simple descaro, de quien se ha dedicado en los últimos años a desprestigiar a la Revolución Bolivariana, desde su cómoda realeza.
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