AVN.- Reducir la inversión social, aplicar la "disciplina fiscal" -en vez de redistribuir las riquezas-, darle a los más pobres sólo el "excedente" de los ingresos para los más ricos, fueron algunas de las propuestas de los ex presidentes de Brasil, Henrique Cardoso; de Chile, Ricardo Lagos y de España, Felipe González.
Invitados por la banca privada, los ex mandatarios narraron las "experiencias" de sus respectivos gobiernos en la aplicación de políticas neoliberales diseñadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) en el evento denominado "Palabras para Venezuela".
Empresarios, representantes de las cúpulas económicas del país y voceros de la derecha venezolana pertenecientes a la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) fueron la mayor parte del aforo que se congregó en la lujosa sede de Banesco, en Caracas, para escuchar, según palabras del presidente de esa entidad bancaria, Juan Carlos Escotet, "lo que nos tienen que decir" los ex jefes de Estado.
Escotet fue el encargado de abrir el evento que inició con un recorrido en las instalaciones del lugar en medio de un despliegue de cámaras, música, loas y aplausos, transmitidos en vivo por el canal opositor Globovisión y seguido casi en cadena por Vale TV, concesión manejada por el Arzobispado de Caracas.
El presidente de Banesco halagó "las visiones y legados" de los tres invitados y aseguró que su propuesta como banquero es que el sector financiero "tenga un rostro más humano".
Las palabras de Escotet fueron seguidas por las de Cardoso, quien también inició su discurso abogando por una "economía con rostro más humano" y defendió el libre mercado como parte de su experiencia en la Presidencia de Brasil.
"El gran paso se dio cuando un Presidente tuvo la osadía de hacer algo que parecía muy difícil: Abrir la economía", sostuvo Cardoso, quien además recomendó medidas como la liberación del control de cambios y la reducción del papel del Estado.
"Es mejor que se deje el cambio flotante y que se le dé mayor autonomía a los bancos centrales para que fije las tasas de interés de acuerdo al mercado. El gobierno tiene que ceñirse a ciertos límites", aseveró el ex mandatario, quien al final de su mandato dejó una deuda total neta del Estado que equivalía al 60% del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil en 2002.
Luego de Cardoso fue el turno de González, quien despertó aplausos a rabiar en el auditorio cuando habló de "la desaparición del sistema comunista" y la imposición de la economía de mercado como único modelo.
"No hay modelo alternativo (al capitalismo) porque murió", afirmó Cardoso, mientras la sala estallaba en vítores. Sin embargo, minutos más tarde, el ex presidente español reconoció que ese mismo sistema es el culpable de la crisis financiera actual porque "se desbordaron las aguas y desaparecieron las reglas".
No obstante, González defendió las medidas de reducción de la inversión social como "salidas" aceptables para la crisis y aseveró que lo importante no es redistribuir las riquezas sino "el excedente" de los recursos a los más pobres.
Por último, el chileno Ricardo Lagos, dedicó su exposición a mostrar el supuesto "aislamiento" de Venezuela, en lo que se refiere al crecimiento económico, y en cambio puso como ejemplo a Chile, país considerado como el más desigual de la región por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Lagos alabó la economía de su país porque "el 95%" está en manos de capital extranjero y funciona bajo los parámetros del Tratado de Libre Comercio (TLC), al tiempo que aseguró que los recursos del Estado no deben ser dirigidos a la inversión social.
"Hay que seguir pagando impuestos pero los recursos no pueden ser para pagar gastos corrientes", afirmó el ex mandatario, quien agregó después: "El proteccionismo no es viable".
De igual forma, Lagos evitó dirigir su discurso hacia las respuestas para los más pobres y envió las palabras de su alocución "a los sectores medios empoderados y más educados".
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