Este jueves el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia Alexander Lukachevich, indicó que Moscú "se opone a toda resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Siria". Aseveró que "desde nuestro punto de vista, la situación en ese país no es una amenaza para la seguridad y la paz en el mundo". Además, recalcó que una resolución de ese tipo podría provocar "una escalada aún mayor".
Un despacho de la agencia Interfax reseñó que además de Rusia también China se mostró contraria a cualquier resolución contra Siria.
Desde el pasado miércoles los países europeos debaten en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un proyecto que condena a Siria por la supuesta represión de las protestas opositoras al gobierno de Bashar al Assad.
Este hecho, de acuerdo con un analista citado por Prensa Latina, recuerda las presiones ejercidas por potencias imperialistas como Estados Unidos, Francia y Reino Unido que desde el seno del Consejo de Seguridad también impulsaron sanciones contra Libia.
Navi Pillay, alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, enfatizó a las autoridades sirias que deben "cesar sus ataques contra su pueblo".
A través de un comunicado la alta comisionada aseguró que "es lamentable que un gobierno intente someter a la población aporreándola, usando tanques, artillería y francotiradores".
"Nos llegan cada vez más informes alarmantes sobre los constantes esfuerzos del gobierno sirio para aplastar despiadadamente las manifestaciones civiles", agregó.
Sin embargo en reiteras ocasiones el gobierno de Asad ha denunciado la presencia de infiltrados y mercenarios armados en las protestas de calle cuyo objetivo es sembrar el terror en Siria.
Un reporte de la policía de Homs dio cuenta de la detención de decenas de personas a quienes les fue incautado numerosas armas de fuego y municiones además de vehículos de distintos tipos y 150 motocicletas que usaron para atacar y matar a la población civil que protestaba pacíficamente en las calles.
Durante las manifestaciones las autoridades sirias han arrestado a una importante cantidad de miembros de bandas terroristas armadas cuya presencia es para generar caos e instalar la violencia en Siria.
En otro orden de ideas la embajadora de Siria en Francia, Lamia Shakkour, desmintió tajantemente informaciones difundidas por medios occidentales donde se aseguraba que la diplomática habría renunciado a su cargo por diferir con las políticas del mandatario sirio Bashar al Assad.
Durante una entrevista concedida por la diplomática a la cadena de televisión francesa BFM acusó "a France 24 de la suplantación de identidad. France 24 envía mensajes en mi nombre".
Ese canal televisivo reportó el martes por la tarde que la diplomática habría renunciado a su cargo y aseguró que las rezones esgrimidas por Shakkour, respondían a sus diferencias con la política antireforma del presidente sirio, Bashar al Assad, hecho que fue negado enérgicamente por la funcionaria.
Desde el pasado miércoles los países europeos debaten en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas un proyecto que condena a Siria por la supuesta represión de las protestas opositoras al gobierno de Bashar al Assad.
Este hecho, de acuerdo con un analista citado por Prensa Latina, recuerda las presiones ejercidas por potencias imperialistas como Estados Unidos, Francia y Reino Unido que desde el seno del Consejo de Seguridad también impulsaron sanciones contra Libia.
Navi Pillay, alta comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, enfatizó a las autoridades sirias que deben "cesar sus ataques contra su pueblo".
A través de un comunicado la alta comisionada aseguró que "es lamentable que un gobierno intente someter a la población aporreándola, usando tanques, artillería y francotiradores".
"Nos llegan cada vez más informes alarmantes sobre los constantes esfuerzos del gobierno sirio para aplastar despiadadamente las manifestaciones civiles", agregó.
Sin embargo en reiteras ocasiones el gobierno de Asad ha denunciado la presencia de infiltrados y mercenarios armados en las protestas de calle cuyo objetivo es sembrar el terror en Siria.
Un reporte de la policía de Homs dio cuenta de la detención de decenas de personas a quienes les fue incautado numerosas armas de fuego y municiones además de vehículos de distintos tipos y 150 motocicletas que usaron para atacar y matar a la población civil que protestaba pacíficamente en las calles.
Durante las manifestaciones las autoridades sirias han arrestado a una importante cantidad de miembros de bandas terroristas armadas cuya presencia es para generar caos e instalar la violencia en Siria.
En otro orden de ideas la embajadora de Siria en Francia, Lamia Shakkour, desmintió tajantemente informaciones difundidas por medios occidentales donde se aseguraba que la diplomática habría renunciado a su cargo por diferir con las políticas del mandatario sirio Bashar al Assad.
Durante una entrevista concedida por la diplomática a la cadena de televisión francesa BFM acusó "a France 24 de la suplantación de identidad. France 24 envía mensajes en mi nombre".
Ese canal televisivo reportó el martes por la tarde que la diplomática habría renunciado a su cargo y aseguró que las rezones esgrimidas por Shakkour, respondían a sus diferencias con la política antireforma del presidente sirio, Bashar al Assad, hecho que fue negado enérgicamente por la funcionaria.
