24 de enero de 2011.- Ayer 23 de enero en la ciudad de Nueva York, un grupo de venezolanos se reunieron ante la estatua de Simón Bolívar en el Parque Central, para hacer coro a una extensiva operación de manipulación político-mediática que pretendía desesperadamente asociar al presidente Hugo Chávez con el último dictador que tuvo Venezuela, Marcos Pérez Jiménez, derrocado en 1958.
En Nueva York como en otras ciudades del mundo, los organizadores con una buena dosis de cinismo fracasaron en su objetivo de llamado a "expedir un certificado de dictadura" contra nuestro gobierno.
Los organizadores omitieron deliberadamente mencionar que Venezuela ha celebrado 15 elecciones democráticas directas y secretas consecutivas en los últimos 12 años, tres de ellas presidenciales.
Mucho menos reconocen que la mayoría de estos comicios fueron minuciosamente monitoreados por la oposición, por la comunidad internacional y que sus resultados fueron avalados sin tacha por organismos y observadores internacionales, ni el hecho de que Venezuela es el país de América Latina que más ha avanzado en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio establecidos por la ONU para el 2015.