San Salvador, julio 5 - Un ex militar involucrado en el asesinato de los seis sacerdotes jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA), de El Salvador, perpetrado en 1989, testificó la semana pasada ante la Audiencia Nacional de España confesando su participación e involucrando a la cúpula militar salvadoreña de aquellos días en la planificación y ejecución de la masacre.
El testigo, que no ha sido identificado, habría también implicado al ex presidente Alfredo Cristiani, según el rotativo catalán El Periódico, que cita “fuentes cercanas al proceso” como origen de esta información.
“Antiguo mando del Ejército del país centroamericano, el testigo explicó, según fuentes cercanas al proceso, que la matanza del 16 de noviembre de 1989 había sido planeada por las más altas esferas de un cuerpo castrense con un currículo repleto de violaciones a los derechos humanos”, dice la nota de El Periódico. “Un relato parecido había sido narrado antes por numerosos académicos, pero ahora lo ratificaba alguien de dentro del Ejército; alguien que antes, durante y después de la matanza estuvo donde se tomaron las decisiones; alguien que vio, escuchó, recibió órdenes y actuó”.
La nota informa que según las mismas fuentes el testigo habría incriminado también al ex presidente Alfredo Cristiani, en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional de España contra 14 ex militares salvadoreños por esta masacre. Su testimonio “podría denotar que el rol de Cristiani fue más allá del encubrimiento, permitiendo así que el juez Eloy Velasco, que instruye la causa en la Audiencia Nacional, le incluya junto a los otros 14 denunciados”.
En la querella, presentada en 2008, la parte acusadora incluyó a Cristiani, pero el juez Eloy Velasco no encontró elementos y decidió excluirlo del juicio, pero podría volver a considerarlo un acusado en caso de encontrarse elementos que permitan sospechar de que estaba al tanto de que un batallón elite del Ejército recibió órdenes de asesinar a los sacerdotes.
Otro periódico español, El Mundo, publicó este lunes una nota en la que asegura tener documentos que prueban que Cristiani sabía que se iba a perpetrar la operación para asesinar a los jesuitas, y que no dio ninguna contraorden. Los documentos son atribuidos al general Larios (presumiblemente el Ministro de Defensa Humberto Larios), y en ellos se consigna que “el presidente (Cristiani) estaba al tanto de todas las acciones que se llevaron a cabo tanto el 15 como el 16 de noviembre de 1989.
(En el manuscrito) Larios indica: ‘Esta decisión se le va a consultar al Sr. P dte de la Rep, lo vamos a invitar a que venga‘. El general Larios explica a sus compañeros del Estado Mayor de El Salvador que ’si hay una contraorden después de consultar con el Sr. Pdte se os comunicará’. Y el mismo jefe militar que levantó acta de aquella reunión reflejó que ‘no hubo contra orden’ por parte del presidente”.
El asesinato de los sacerdotes jesuitas fue perpetrado por el Batallón Atlacatl la noche del 16 de noviembre de 1989, en medio de la llamada ¨”Ofensiva final” lanzada por la guerrilla FMLN en San Salvador. Durante los días previos a la masacre, el mismo ejército llevó a cabo un cateo en las instalaciones de la universidad.
La semana pasada, la Audiencia Nacional recibió otros dos testimonios, que intentaron demostrar que el crimen fue planificado y puesto en marcha desde el cateo a la universidad, que se estableció un cordón de seguridad en los alrededores de la UCA y que el ex presidente Cristiani participó activamente en la obstaculización de las investigaciones posteriores al asesinato
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