miércoles, 30 de junio de 2010

El nuevo embajador de EEUU es una ficha diplomática de la época de Bush y Reagan


Caracas, junio 30 - La abogada e investigadora venezolano estadounidense, Eva Golinger, opina que el nuevo embajador de Estados Unidos en Caracas ha sido nombrado por su experiencia en desestabilización y su presencia física, y cumplirá con la tarea de profundizar el trabajo con los grupos políticos que se disfrazan de ONG aquí en el país.

Haber sido embajador en Honduras y Ecuador y haber trabajado en otras embajadas de la región, le da a Palmer una amplia experiencia en la zona, pero existen, según Golinger, dos rasgos fundamentales que hacen al diplomático adecuado para el cargo.

Por un lado “su principal trabajo ha sido con organizaciones y redes sociales, financiándolas y apoyándolas en lo que ellos llaman promover la democracia, que en realidad es una forma de injerencia y subversión”, explica, y asevera que esa es la estrategia que la potencia norteña ha venido desarrollando aquí. De hecho –agrega– “ahora se encuentra al frente de la Fundación Interamericana, que es un organismo financiero del Departamento de Estado y que se encarga de promover diferentes organizaciones en América Latina”.

Según los datos que aporta Golinger, existen siete organizaciones en Venezuela que llevan adelante esa tarea. “Todos a excepción de uno funcionan en la Embajada de EEUU”, asevera, y explica que es natural entonces que se elija una persona con su trayectoria para coordinar tales trabajos, que cuestan al gobierno estadounidense cerca de 40 millones de dólares al año.

Por otro lado, a juicio de la investigadora, su apariencia física no es inocente. “Su presencia física, de afroestadounidense, va a dificultar un poco la actividad crítica que ha habido estos años contra los embajadores aquí, ya que todos eran más bien emblemáticos de lo que es un representante de Estados Unidos, mientras que Larry Palmer tiene una presencia distinta” observa, y explica que los seres humanos tienden a reaccionar de manera emocional ante estas cuestiones.

Contrario a lo que debería pensarse, Palmer no es un hombre de confianza de Obama. Es más bien –dice Golinger– “una ficha diplomática de la época de Bush y Reagan”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El nuevo embajador gringo, en realidad es japonés:


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