Declaración y llamamiento del Comité Internacional
Paz, Justicia y Dignidad de los Pueblos
El pueblo de Venezuela y su
Revolución Bolivariana se encuentra en combate contra la intensa guerra sucia
que lleva a cabo la oposición de ese país, instrumentada por la derecha
regional, los viejos derechistas europeos y Estados Unidos.
La situación actual representa una
nueva escalada contra el proceso bolivariano de Venezuela, promovida por la
derecha aliada a la oligarquía transnacional. Se preparan nuevos planes
provocativos e injerencistas dirigidos fundamentalmente a destruir y eliminar la
Revolución y por consiguiente la integración y unidad latinoamericana.
Las
viejas ansias de EE.UU por dominarnos y hacer de la
región su patio trasero, se ven reflejadas en la guerra mediática constante, el
vergonzoso espionaje a PDVSA y el incremento de su asesoramiento a la
subversión.
Las elecciones parlamentarias en Venezuela deciden
el futuro de la Revolución y al mismo tiempo el del resto de los países
progresistas de América Latina.
Ante los intentos de la derecha
regional y el imperialismo por socavar la integridad latinoamericana y las
conquistas logradas por los gobiernos progresistas de la región, debemos
lograr la mayor unidad de acción de todas nuestras fuerzas.
La Revolución Bolivariana no está
sola, logró el respeto y cariño de todos nuestros pueblos bajo la conducción
del siempre presente Comandante Hugo Chávez, que hoy da continuidad en muy
difíciles condiciones el Presidente Nicolás Maduro.
Este es el momento de unir nuestras
fuerzas y parar las garras del imperio que quiere devorar a Venezuela
Bolivariana y devorarnos a todos.
Evitar “la guerra de baja intensidad”
es tarea que nos compete a todos. Garantizar la continuidad del proceso
Bolivariano es de vital importancia para la soberanía de la región, mantener la
integración regional y frenar la campaña subversiva y hegemónica que ha
establecido Estados Unidos para América Latina.
La escalada de la derecha en la
región se expresa en las pretensiones del ultraderechista Macri que
públicamente prometió exigir el retiro de Venezuela del Mercosur si ganara las
elecciones del 22 de noviembre en Argentina, donde también se juega el destino
de la región.
Se expresa en la campaña contra Dilma
y Lula en Brasil, contra Correa en Ecuador, en la descalificación de todo lo
que huela a progresista en la región, en las acciones injerencistas de
Estados Unidos y la manipulación mediática a escala internacional que aparenta
mantener relaciones normales con Cuba mientras continúa aplicando la criminal
Ley de Ajuste Cubano, persiste el Bloqueo genocida más largo de la
historia, y ocupa ilegalmente el territorio que sostiene la Base Naval de
Guantánamo.
El imperialismo intenta
desarticularnos, que bajemos el nivel de movilización, dividir nuestras fuerzas
y organizaciones y fabricar demandas que desvíen nuestra atención.
El viejo manual injerencista está en
curso con nuevas tácticas para socavarnos.
Alertamos nuevamente la seriedad de
la situación que se nos presenta hoy en América Latina a los hombres y mujeres
honestos del mundo.
Es por ello que desde el Comité
Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos, llamamos de manera
urgente a los partidos progresistas y de izquierda, a las centrales de
trabajadores, los movimientos sociales, actores políticos, iglesias de base, organizaciones
populares, organismos de derechos humanos, medios alternativos y la juventud, a
formar parte de una gran Movimiento Regional en apoyo a la Revolución
Bolivariana de Venezuela.
Tal como se declaró en la Cumbre de
la CELAC realizada en La Habana en el 2014 “América Latina es Zona de Paz”.
Que nadie pueda quebrar nuestra
unidad, porque de ella depende el futuro de nuestros pueblos.
La
Habana, 20 de noviembre de 2015