miércoles, 4 de diciembre de 2013

CONTRAATAQUE. Por: Oswaldo Martínez Rojas



Habló Maduro tal como lo había anunciado y la derecha le sampa un apagón de medio país. Estos escuálidos definitivamente siguen desquiciados, producto de estrategias bien planificadas por sus medios de comunicación y seudo líderes que saben que no tienen nada que buscar en el escenario político de Venezuela.  

Sin embargo, quien maneja los hilos que aún mueven a estos ilusos, son la burguesía apátrida y capitalistas sin límites a sus desafueros.  Estos al verse afectados en sus intereses monetarios y de clase, se concentran en gremios de su propiedad, para dar zarpazos a la democracia y al pueblo.
Luego que hicieron asesinar a nuestro líder, pensaron que retornarían al poder y así se lo hicieron creer a sus seguidores.  De nuevo, Palo Cochinero; toma Maduro el poder y en nombre del Comandante, jura seguir su legado al pie de la letra.  Primero un militar de rango medio, chicharachero, al que solo lograron anularlo físicamente por la vida del magnicidio, se les convirtió en un gigante llamado pueblo y su legado perdurará por cien años y más. Los combatió con astucia y sabiduría, llegando a convertirse en el mejor presidente de toda nuestra historia y líder en sus ideas en el mundo entero, incluyendo los imperios.
Vieron la oportunidad esperada en la nueva elección presidencial y perdieron entonces con Maduro, el hijo de Chávez.  Ahora le tocaba el turno a un obrero, quién según ellos no sabría cómo gobernarlos y sería más fácil de atacar que al gigante Chávez, sin tomar en cuenta que es su discípulo y por algo en su último mensaje al pueblo, nuestro líder sabía muy bien lo que hacía.  Continuaron todas las misiones, obras sociales y el pueblo continuó incrementando su poder adquisitivo y bienestar.  Se les veía por los centros  comerciales, supermercados , clínicas y otros.
Sus ventas aumentaron, pero la alta burguesía se retorcía de indignación.  Ese privilegio solo era de ellos y tenían entonces que domar de nuevo La Bestia, manteniéndolos a distancia y exclusivamente a su servicio.  Autobuses de lujo, parques de recreación, gimnasios públicos, educación gratuita, servicios médicos y lo más duro para ellos, viviendas populares dentro de sus urbanizaciones, etc.  No pudieron resistirlo y decidieron atacar con el golpe económico.  Hacen subir exponencialmente los precios con ganancias de hasta el dos mil por ciento en algunos casos, acaparan, esconden, desabastecen los rubros principales de cesta básica y con artimañas sucias, incurren en fraude a la nación con las divisas que se les otorga.  La idea era desalojar de sus dominios a las clases populares y media baja mediante el esquema ganando mucho y vendiendo poco.
El pueblo se siente acorralado ante la embestida y algunos piensan en la necesidad de un nuevo Caracazo.  Otros se dejan manipular por los medios y achacan sus males al propio gobierno. Los verdaderos revolucionarios callan y esperan repuesta desde sus propias filas.
Maduro y su gobierno chavista, ripostan.  Con firmeza, valentía y el apoyo del pueblo inician El Contraataque.  Inspecciones, requisas, multas, detenciones comienzan a mermar la desmedida especulación.  Esto, aunque los alertó y asustó, pensó que solo serían paliativos pasajeros, pero nuevamente se equivocaron.  Era solo el comienzo.  Con la habilitante aprobada, arreció la contraofensiva y con carácter de ley se establecen los Precios Justos.  Quedaron petrificados al ver como se les acaba la manguanga.  Siguen lamentándose al ver cada vez más pueblo vivir dignamente.  Por doquier un taxista o particular circula con un flamante Chery Orinoco o Arauca. El resto de vehículos regulados, así como televisores, neveras cocinas y demás electrodomésticos. De nuevo el poder adquisitivo del pueblo se fortalece.  Locura total.
Solo les quedan caminos verdes: saboteos, guarimbas pagados por capitalistas, planean sus últimas acciones desesperadas en víspera de las elecciones donde nuevamente probarán el sabor de la derrota.  El pueblo, cada vez más claro, los rechaza y por más acciones apátridas que realicen, jamás volverán. 
La consigna revolucionaria en nombre de nuestro Comandante Chávez y su hijo Maduro, es resistir, no dejarse engañar ni manipular, rodilla en tierra ante sus ataques.  Seguiremos venciéndoles por una Venezuela digna y soberana.

Chávez vive….   La lucha sigue

@osmar1001

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