domingo, 20 de enero de 2013

El socialismo donde acaparar genera empleo. (Nicmer Evans)

La estrategia es sencilla cuando no se le opone suficiente resistencia, la escasez y el acaparamiento son tácticas que conducen a una estrategia con un sólo fin, desestabilizar y lograr acelera las contradicciones de un proceso político, económico y social que pretende equipara la igualdad a la libertad.
En otros países donde se ha tratado de desarrollar procesos socialistas dentro de sistemas económicos capitalistas, el supuesto libre mercado opera, interviniendo en la afectación de la distribución de productos para generar incertidumbre y cuestionar la capacidad política y legal del modelo socialista, que en muchos casos no pretende desplazar al productor y mucho menos a la lógica del mercado, sino garantizar la satisfacción de necesidades a través de un Estado fuerte que garantice la aplicación de normas efectivas para proteger al más débil.
Son las clases medias las más afectadas, no por la escaces o el acaparamiento, sino por la estrategia sicológica que permite hacer creer que no existe o no se distribuye adecuadamente una marca que tiene el monopolio o el oligopolio de un rubro o producto por culpa del gobierno, y así generar malestar con la pretención de hacer creer que la existencia de muchas marcas garantiza la satisfacción de una necesidad, cuando en realidad lo que satisface es la lógica del consumismo.
Lo anterior se expresa en la realidad venezolana de la siguiente manera: limitas la distribución de la "harina Pan", sacas las plantas productoras del territorio y la migras a Colombia, generas un vacío en lo anaqueles de los supermercados y estimulas la especulación en el precio del restringido producto que aún circula, pero mantienes una campaña publicitaria que refuerza la creación de necesidad de la marca, y aún cuando consigas otra marca, haces sentir que "no hay harina" cuando lo que no hay es la marca "Harina Pan", pero además cuando logras articular con las otras pequeñas empresas productoras para exigir el aumento del precio, como si esa fuera la verdadera razón del problema, estimulas un consumo compulsivo que hace que así no necesites más de dos paquetes, el supermercado sólo te deje llevar cuatro y tu te llevas a tu hijo menor o a tu vecino para que te lleve cuatro paquetes más y recorras otros supermercados haciendo la misma operación, exacerbando el consumo bajo la imposibilidad de una distribución justa con base en la necesidad.
Mientas tanto la Polar conspira, argumentando dificultad en el acceso a los insumos para la producción por culpa del control de cambio, pero la cerveza y los otros productos no estratégicos que contienen más componentes importados circulan ampliamente y sin inconvenientes, sin sufrir nunca del síndrome del desabastecimiento inducido. La idea no es incrementar los márgenes de ganancia, la idea es desestabilizar. Si los márgenes de ganancia de la harina fueses negativos, ¿Acaso la Polar creciera en los niveles que lo hace, expandiera sus empresas y montara plantas en otros países? La lógica en este caso no es solamente la del capital sino la del neoliberalismo que ve en el socialismo el riesgo de tener que responder estrictamente a las normas establecidas por un Estado cuyo interés no es el capital sino el bienestar social.
Pero aún más irónico es que la ignorancia e irracionalidad del capitalismo y el neoliberalismo es tal que empresas y bancos que han obtenido las más grandes ganancias de su historia en estos últimos 14 años, son los primeros que conspiran en contra de quien directa o indirectamente les ha beneficiado, sólo por el influjo de sectores trasnacionales con un interés más estratégico que la lógica de estas estúpidas empresas o bancos, el objetivo de ellas es controlar el petróleo, y déjarle a ellos la libertad de poner el precio de la Harina en cuanto a ellos le de la gana a cambio del control energético, algo así como espejitos por oro.
Acaparar, para quienes se quieren hacer los locos, es tener un amplio inventario, y el gobierno "comunista" atenta contra la buena fe de los empresarios, pero acaparar es sin duda, tener en almacén un producto durante un tiempo innecesario cuando en los anaqueles no está colocado el producto, y por eso la acción de gobierno no puede hacerse esperar.
Pero la especulación es aún peor, en especial la de los carros es el gran ejemplo, las ensambladoras o productoras de los vehículos fijan un precio sugerido de colocación del carro en las concesionarias, que ya tienen un gran margen de ganancia, pero no siendo suficiente, ellos mismos permiten o a través de terceros compran sus propios vehículos en las concesionarias, haciendo que no se pueda adquirir por esta vía, y el mismo vehículo del año, se coloca al doble del precio en páginas electrónicas de venta de vehículos, generando además una aparente escasez que conduce a la elaboración de las famosas listas, que sólo podrán ser sorteadas si le pagas una comisión al del concesionario o si evades todo el asunto comprando a través de estas páginas y lo peor es que se amparan en la filosofía de que "acaparan pero generan empleo", ¿Lo recuerdan?
El asunto que me preocupa al final es que en un proyecto socialista, es lógico que esto pase, en especial si la economía tiene como eslabón principales de su estructura el rentismo económico, ya que además de existir una cultura especulativa, tienes a muchos factores conspirando contra el modelo, lo que no se puede entender es que el proyecto socialista termine no siéndolo en la práctica, siendo débil ante este problema, con un Indepabis incapaz por sus vicios estructurales e incapacidad organizacional de resolver el asunto, y con una Sundecop que generó unas expectativas incumplidas ya que no se le ha dado la importancia que amerita, al final no logrando imponer al Estado fuerte e interventor en una problemática que requiere de mano dura y sanciones firmes.

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