viernes, 24 de agosto de 2012

¿Vencer a Chávez en las elecciones? (Pedro Pablo Gómez)

Nadie debe dudar la misión del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y todas sus agencias operativas publicas y encubiertas en su amplio trabajo por revertir los procesos revolucionarios en nuestro continente y en cualquier confín del mundo en que consideren afectados sus intereses o su llamada Seguridad Nacional. 
El pueblo cubano y actualmente también los pueblos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaraguay cualquier otro que se le ocurra hacer o decir algo contra el mandato de Washington, recibirá su dosis de atención del aparato de subversión mas grande del mundo, para tratar de desvirtuar y eliminar aquello que consideren que se aparta de la aceptación de las directivas del gobierno de turno en el gran vecino del Norte.

La embajada norteamericana en Caracas, ubicada en urbanización Colinas de Valle Arriba, en la calle F con calle Suapure, posee un amplio operativo encabezado por el director de la orquesta, James Derhan, apoyado en su sucio trabajo por representantes de las agencias norteamericanas especializadas para tratar de generar la derrota del presidente Hugo Chávez en las próximas elecciones del mes de octubre del 2012, como la CIA, la USAID, el IRI, Freedom House complotados con los aparatos de los partidos políticos tradicionales en ese país, como Acción Democrática (AD) y el socialcristiano COPEI. La oligarquía venezolana, propietaria de los principales medios de comunicación, desertores del movimiento bolivariano, todos unidos impulsando la candidatura del ex gobernador del estado de Miranda, Enrique Capriles Radonsky.

En sus planes de acción electoral cabe hacer de todo para buscar la derrota de Chávez. Cualquier infundio puede ser propalado por la maquinaria, desde la muerte del presidente venezolano, la crisis del expendio de combustible, la administración de puertos a autoridades cubanas, el “regalo” a Cuba del petróleo, hasta la acusación de corrupción contra directivos del gobierno por quienes corrompieron ese país durante décadas. Cualquier cosa tendente a generar animosidad contra la política bolivariana y de beneficio social desarrollado por el proceso revolucionario, encabezado por Chávez en bien del pueblo venezolano y apoyado firmemente por la Fuerzas Armadas del país andino.

En su carrera por ampliar el control de la producción petrolera a escala internacional, la Casa Blanca trata de recuperar antiguos feudos, aparte de intentar ganar nuevos en tierras más lejanas, con todos los métodos a su alcance. Buscan la victoria de Capriles en las próximas elecciones, uno de sus objetivos básicos dentro de estos planes. No son divulgados en la gran prensa internacional los programas desarrollados por el actual gobierno venezolano en aras de mejorar el nivel de vida de la población, disminuyendo la pobreza en más de un 50 por ciento, las centenares de miles de viviendas construidas para las clases mas humildes, la recuperación de las tierras inútiles y de la propiedad de las empresas básicas de desarrollo, la existencia garantizada de la producción de petróleo comercializable con un precio internacional por encima de los cien dólares y una producción factible de más de tres millones de barriles diarios, los avances de la asistencia médica para todos, la alfabetización generalizada y muchos otros logros del proceso bolivariano. Al mundo dominado por los medios propiedad de los grandes magnates y servidores de las causas mas oscuras no llegaran estas realidades pero al que no podrán engañar es al pueblo venezolano, que apoyan la realidad de lo que han recibido por primera vez en la historia y no lo que prometen los antiguos dueños de Venezuela, encabezados por Capriles.

Otro factor a tener en cuenta es el prestigio internacional del presidente Chávez y el despertar de América Latina. La solidaridad internacional se hará presente ante cualquier campaña inventada sobre el proceso electoral a celebrarse en octubre próximo. La victoria de Chávez es segura, no importan las manipuladas encuestas aireadas por lo controlados medios, el pueblo no se equivocará pero seguro podremos ver, después de la victoria bolivariana, las campañas sobre supuestos fraudes y convocatorias para tratar de anular el resultado. Para los que apoyamos y admiramos el proceso revolucionario bolivariano desarrollado en Venezuela y conocemos el poder del estado norteamericano y los medios y los dólares que distribuyen entre sus mercenarios, no hay nada extraño en ello .

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