El
ex mandatario colombiano, Álvaro Uribe, ha dicho que le faltó tiempo para
emprender una intervención militar en Venezuela contra las guerrillas
colombianas allí desplazadas. Ramón Jimeno opina que Uribe tiene fuerzas y
apoyos para desestabilizar el país vecino.
Alvaro Uribe es “un aliado
incondicional de EE.UU. en la lucha contra regímenes como el de Chávez, Correa
u Ortega”, opina el experto. Según él, para desempeñar este papel, el ex
mandatario colombiano “ha tenido controles sobre la fuerza pública, los
servicios de inteligencia, ha sido aliado de las organizaciones paramilitares e
ilegales”. Uribe ha demostrado que “no tiene límites” y “no escatima el uso de
ningún recurso cuando se trata de atacar a sus enemigos”, agrega Jimeno. El
experto esgrime que, aunque Uribe no controla tales fuerzas ilegales, las
"orienta". Resulta "muy preocupante" que el ex presidente
Uribe "sea capaz de provocar actos de conspiración que generen un caos y
desestabilicen el proceso electoral en Venezuela”, opina el periodista. El
periodista argumenta que estas organizaciones paramilitares e ilegales, amigos
muy radicales de Uribe, hacen caso al ex mandatario colombiano y "están
dispuestos a pagarle un favor". Estos grupos mirarían “con muy buenos ojos
que Chávez no fuera reelegido sino que fuera elegido Capriles”, advierte el
experto y concluye que tales “fuerzas oscuras” alrededor de Uribe son "un
peligro latente y real”.
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