Recuerdo
que una de las grandes críticas proferidas por la oposición en los años
de constitución del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) era
que se quería imponer, como en Cuba, un partido “único” en Venezuela.
Así fue la guerra comunicacional de esos meses, señalando al Presidente
Chávez como un dictador, que venía por la abolición de todo forma de
organización política autónoma.
Hoy,
sorprendentemente vemos a esos mismos que se erigían como la máxima
representación de la diversidad y la pluralidad de las ideas, sumarse a
un candidato que centra su campaña en señalar que con él sólo existe “un
camino”, expresando así que es inapropiado pensar distinto, que el
chavismo no debe existir, que más de la mitad del país no tiene sentido,
es ignorante o debe desaparecer, porque sólo él representa el camino
correcto, que es uno sólo, y ese camino es el neoliberalismo.
El
camino de Capriles, además significa la restitución del pensamiento
único (y hegemónico) neoliberal, no sólo por él, sino por los intereses
que detrás de él existen. Si desean verificar mi afirmación los invito a
revisar los nombres de la estructura del comando de campaña de
Capriles, en especial dos, el encargado de Estrategia y Análisis:
Ricardo Obuchi (de ODH) que atacó junto a Pavel Gómez la propuesta de
reforma constitucional y más recientemente atacó a la nueva Ley orgánica
del Trabajo, y el encargado de Programa de Gobierno: Ricardo Villasmil,
autor de elemento dentro del programa de Capriles que se centran en:
1. Un sector privado fuerte.
2. Promoción de la iniciativa privada.
3. Elevar la producción del sector privado.
4. Desmontaje de controles y legislación relativa a la inversión,
…y todos los elementos necesarios para un plan de pensamiento único neoliberal.
Estos
dos personajes, Obuchi y Villasmil, además son connotados pupilos de
Ricardo Hausmann, titiritero de los anteriores y responsable del paquete
neoliberal de Carlos Andrés Pérez, que hundió a la clase media
venezolana y lanzó a los pobres al exterminio en manos del capitalismo.
En
definitiva, para Capriles “Hay un Camino”, pero para el país hay 29
millones de caminos que confluyen en un proyecto de país, que el
candidato Chávez ha conducido por la senda del socialismo, que ha
garantizado la existencia de los otros, incluso a pesar de ellos mismo,
representando así muchos caminos y un proyecto de país incluyente, cosa
que Capriles no representa baja la tesis neoliberal y la de sumisión
ante el control de los EEUU y la entrega a la hegemonía capitalista
mundial.
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