A
juicio de la directora del Programa para las Américas del Centro
Carter, Jennifer McCoy, el sistema electoral venezolano es de los más
confiables del mundo, pues se puede auditar y verificar en todas sus
fases.
Jennifer McCoy, directora del Centro Carter |
McCoy
observó el simulacro electoral del pasado domingo en Vargas y visitó el
miércoles el diario zuliano Panorama, donde le fue hecha la siguiente
entrevista.
—¿Cómo vio el simulacro electoral?
—Fue muy interesante, la reacción de la gente fue muy positiva, el proceso de votación fue muy eficiente, nadie encontró ningún problema.
—Fue muy interesante, la reacción de la gente fue muy positiva, el proceso de votación fue muy eficiente, nadie encontró ningún problema.
—¿Qué le parece el nuevo Sistema de Autenticación Integrado (SAI)?
—Es
los más comprensivo electrónicamente que he visto en el mundo, porque
todos los pasos están automatizados. En EE UU, donde yo voto, solo está
automatizado cuando toco la pantalla. Aquí es muy interesante. Este
nuevo sistema de identificación es nuevo para el mundo, tenemos
entendido que es un avance que previene la posibilidad del doble voto y
la suplantación de identidad. Hemos oído rumores de que era posible en
el pasado que el presidente de la mesa podía poner muchos votos tocando
el botón, ahora eso no es posible porque hay que identificar la huella
para activar el sistema. Vimos gente probándolo y la persona pone su
huella y si coincide entonces la máquina lo autoriza a votar.
—De acuerdo con su experiencia, ¿cómo está el sistema electoral venezolano en comparación con otros países?
—Hay
muchísimos mecanismos de control, de seguridad en el sistema, pero lo
más importante es que se puede verificar y auditar. El CNE trabaja con
los partidos políticos para que ellos participen en las auditorías, la
transparencia es lo que da confianza. Cualquier sistema tiene ventajas y
desventajas y ninguno es 100% infalible, por ejemplo en el Registro
Electoral todavía hay algunos errores. Cada sociedad tiene que
determinar cuál sistema es mejor para ellos y cuando lo escogen lo
importante es que hay sistemas de verificación y que los partidos
políticos mandan sus testigos y que los ciudadanos verifican. Con este
sistema se quita la posibilidad de error porque es todo automatizado,
siempre y cuando se hagan las auditorías para verificar que el software
no está manipulado.
—Se audita el 54% de las máquinas, ¿eso es suficiente o es demasiado?
—Estadísticamente
no se necesita tanto, se puede tomar una muestra aleatoria con mucho
menos, 3% o 4% de las máquinas, pero hubo ese acuerdo con los partidos y
eso da confianza.
—Hemos tenido cerca de 15 elecciones, ¿qué opina del sistema electoral?
—Hemos
observado que otra auditoría posible es el comprobante, eso no lo
tenemos en EE UU. Esto también es auditable. Es bueno que los ciudadanos
verifiquen su opción.
—Y qué opina de la disposición que tienen los venezolanos de votar, porque cada vez la participación es mayor…
—Eso
lo admiro, en Estados Unidos y algunos países de América Latina hay
mucha apatía en elecciones. En Venezuela hay mucho interés y eso es muy
importante para cualquier democracia.
—¿Cómo están las conversaciones con el CNE?
—Siempre
mantenemos conversaciones. El CNE tomó la decisión a partir de 2006 de
no invitar observadores internacionales, entonces, no hemos participado
más. Ellos tienen la figura de acompañantes que son invitados, estamos
evaluando estas posibilidades de si podemos tener algún tipo de
colaboración durante este año. Esperamos seguir el proceso de alguna
manera, ya sea más académico o más participativo, estamos evaluando.
—¿Es decir que la invitación que hizo el CNE al Centro Carter no ha sido respondida?
—Vamos
a evaluar las posibilidades, porque el Centro Carter no es muy grande.
Tenemos que evaluar el recurso humano y financiero para participar aquí.
—¿Por qué cree que se cambió la figura de observador a acompañante?
—Tengo
entendido que eso representa la creencia del CNE de que han conseguido
la confianza y la participación de los partidos y de los votantes en el
sistema y que no necesitan ahora la participación de terceras partes
para dar confianza, no como ocurrió en el pasado que hubo mucha
desconfianza.
—¿Cómo compara al país de 2004 con el de 2012?
—Hace
10 años vimos una posibilidad alta de violencia, divisiones muy
profundas. Vemos ahora que todavía hay divisiones hacia el futuro del
país; el avance es que todos han aceptado que la vía de las elecciones
es el único mecanismo para escoger los líderes. En esa época: 2002, 2003
habían otras opciones. Nos parece importante que el país está buscando
cómo convivir, que sientan que todos pertenecen al mismo país.
—¿Cree que se deban crear instancias latinoamericanas de revisión de procesos electorales?
—Unasur
ha creado un consejo electoral y van a organizar su propia capacidad de
observación. La Celac que yo sepa no tiene una organización para montar
este tipo de misión, eso podría ser en el futuro pero ahora no. Eso
también significa que los estados miembros tienen que poner los recursos
financieros y que organicen secretarías y todo eso es costoso.
—¿Cómo está el ambiente en EE UU donde también habrá elecciones?
—Se
está calentando. Uno de los debates es el financiamiento, los controles
sobre la posibilidad de hacer donaciones anónimas y sin límites,
organizaciones que ponen publicidad promoviendo un candidato. Hay
controles estrictos sobre el presidente (Barack) Obama que tiene que
distinguir entre sus actividades de gobierno y de campaña, cuando él usa
su avión para campaña, el comando tiene que pagar, el Gobierno no.
—¿Cree que el sistema electoral de EE UU deba mejorar?
—Hay
muchas cosas que mejorar, pero hay que reconocer que el sistema es
descentralizado, no hay un consejo nacional que administra. Una de las
cosas es el comprobante de voto, porque hay una demanda de la gente para
dar confianza.
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