Hillary Clinton no ve nada ofensivo en las acciones de los
manifestantes que lanzaron tomates y zapatos a su caravana, que la llevaba del consulado
estadounidense en Alejandría al aeropuerto.
Solo lamenta que se gastaran en
vano tantos productos. La secretaria de Estado atribuyó este brote de agresión
a la preocupación de los egipcios por los cambios que tienen lugar en el país y
por su futuro. Las protestas fueron provocadas por el encuentro en El Cairo de
Hillary Clinton con el nuevo presidente electo de Egipto, Muhammed Mursi, rival
del régimen de Mubarak, a quien EE.UU. apoyó antes de ser derrocado en 2011.
Clinton expresó su apoyo al nuevo presidente y abogó por "la transición
democrática en Egipto"
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