Níkolas Stolpkin.- Carta abierta de la Clase Dominante a la Clase Dominada. No sabes cuánto agradecemos el que sigas permaneciendo en el lugar que nosotros mismos hemos diseñado y elegido para ti.
1
Nos gusta tanto saber que no te atraiga ni la política ni la ideología y que solo te cause indiferencia o repulsión.
Nosotros
nacimos para apropiarnos de la política y de la ideología para defender
nuestros intereses, principalmente, y de paso hacerles creer que
defendemos los tuyos.
2
Nos gusta tanto saber que sueñas despierto a ser como uno de los nuestros con poder e influencia.
Sabes
bien que nunca estarás donde estamos nosotros, pero te damos para soñar
al comprar la lotería o al ver una película o telenovela.
3
Nos gusta tanto saber que creas estar en un lugar superior al que está más debajo de ti y tengas incluso el valor de pisotearlo.
Siéntete
importante mientras puedas que nosotros de vez en cuando te habremos
saber lo pequeño que eres frente a nosotros, si es que tu intención será
alguna vez incomodarnos.
4
Nos
gusta tanto saber que te haga feliz el mostrar a tu alrededor las
llaves de tu auto especial o el mostrar la tecnología de última
generación.
Tu
felicidad es nuestra mayor felicidad. Mientras compres todos nuestros
productos de lujo menos problemas te habremos de dar. Nos satisface
mucho el que puedas inflar tu ego con la compra de nuestros productos
“estrella” y que se los restriegues a los que están más debajo de ti.
5
Nos
gusta tanto saber que te haga feliz el mostrar ropa de “marca” o que
tus amigos sepan que has comprado algo de “mucho valor”.
Mientras
te entretenga inflar tu ego todo estará a nuestro favor. Es mucho más
importante tenerte entretenido con “marcas” y objetos de “mucho valor” a
tenerte pensando en nosotros.
6
Nos
gusta tanto saber que te entretenga de manera ideal los partidos de
fútbol, las películas, telenovelas, música, juegos en línea, programas
idiotas de televisión o las famosas “redes sociales” de Internet, o qué
se yo.
Mientras
más alejado y aislado estés, más oportunidades habrán para que no se te
ocurra pensar y quieras poner en tela de juicio todos nuestros
privilegios obtenidos gracias al sudor de vuestra frente.
7
Nos gusta tanto saber que aún sigas creyendo en que puedas algún día ganar el premio gordo de la lotería.
No
te desanimes, sigue intentándolo. Mientras más compres la lotería más
oportunidades tendrás de sacarte el premio gordo. Ya vez, de vez en
cuando te regalamos un “ejemplo” de “perseverancia”, sacado de cualquier
parte, para que no pierdas nunca el sueño de ser algún día más superior
a otros y más cerca de nosotros.
8
Nos
gusta tanto saber que aún creas en que la clase política gobernante son
los que detentan todo el “Poder” y que de ellos mismos dependen todos
los cambios políticos o estructurales.
Recuerda
bien que mientras menos estemos en el ojo de la crítica más libertad
tendremos para seguir creciendo. Los niños deben ocupar su tiempo en
jugar y estar permanentemente entretenidos; los mayordomos deben
administrar bien la casa de los dueños, saben bien que su paga no es un
par de caramelos como los tuyos.
9
Nos
gusta tanto saber que estarás dispuesto a ir a la guerra para defender
lo que te hemos puesto desde muy temprano en tu pobre psiquis: el amor a
la “Patria”.
Como
toda familia debemos cuidar nuestra casa. No podemos permitir que un
vecino se quiera hacer el listo. Pero si nosotros nos queremos hacer el
listo, no te preocupes, siempre habrá una excusa para que vayas a luchar
por la “Patria”. La “Patria” es tu casa aunque sepas bien que no poseas
casi nada, más que tu pequeño espacio para que puedas jugar y
entretenerte. No querrás perder tus juegos y entretenciones ¿verdad?
10
Nos
gusta tanto saber que dentro de tu conciencia sigas creyendo en que la
policía y los militares están para defenderte y cuidar aquello que se es
llamado “Patria”.
Lamentablemente
dentro de nuestra casa no pueden haber niños que se den el lujo de
comportarse como adultos. Pueden soñar o jugar a ser adultos, pero
comportarse o hacer cosas como adultos no está permitido. Por lo que
siempre habrá una mano con un garrote para que sepas bien cual sigue
siendo tu lugar.
11
Nos
gusta tanto saber que en tu lugar de trabajo puedas darte el lujo de
humillar a los que están más abajo; y tú, en cambio, chupar las medias
de tu superior.
Tanto
tenemos que ni siquiera entre nosotros pudiéramos humillar a uno de los
nuestros. Somos como una gran familia y no existe aquello de “humillar”
ni “chupar medias”, ya que no existe entre nosotros superiores ni
inferiores. Existe el respeto, como en toda gran familia. Claro que, si
alguien se “descuida” y se hace “pequeño” , no habrá más remedio que
atenerse a la “ley del más fuerte”.
12
Nos
gusta tanto saber que siglo tras siglo sigas creyendo en un tal “Dios”,
que te hizo a “imagen y semejanza” de él mismo y que sueles denominarlo
como el “señor creador” de todo a tu alrededor.
Suele
ser muy gracioso el que les inculques a tus hijos desde temprana edad
la creencia de un tal “viejito pascuero”, “papá noel” o “santa Claus” y
que si se portan bien les habrá de hacer un bonito regalo. Pues bien,
eres tan pequeño para nosotros que también te hemos inculcado la
creencia en un tal “Dios”. Y si te portas bien tendrás el cielo ganado.
13
Nos
gusta tanto saber que generación tras generación sigas creyendo en el
producto estrella de nuestro sistema de producción capitalista: la
Democracia.
Increíble
como sigues comprando nuestro producto estrella de la mano de nuestros
representantes que supuestamente están dizque para “representarte”.
Te
vemos cada cierto tiempo fielmente asistiendo a la fiesta de la
Democracia: las elecciones. Sabes en el fondo que no va a cambiar en
nada significante tu vida, pero igual terminas validando con tu voto
secreto el actual status quo con la esperanza de que pueda al fin
cambiar en algo tu patética vida.
¿Qué
haríamos nosotros sin los Grandes Medios de Difusión Masiva? ¿Qué sería
de nosotros si no pudiéramos reinventar los juegos y entretenciones de
nuestros niños? ¿Qué niño no ha soñado con llegar a ser adulto?
La
fiesta de la Democracia siempre será el juego de los adultos para que
los niños cada cierto tiempo se sientan llegar a ser adultos sin llegar a
serlos. Claro que, siempre habrá un niño malcriado que quiera sentirse
como adulto después de la fiesta. A esos también les tenemos su lugar:
la habitación de los castigos; sin televisión ni juegos. Para que
aprendan a estar en el lugar que les corresponde como niños.
Por
tanto haznos caso. No te queremos ni politizado ni ideologizado.
Recuerda que la política y la ideología no son para los niños, es para
la gente grande como nosotros. ¿Por qué crees que nunca hablamos de
política e ideologías contigo? Es más, te hacemos creer que no somos
políticos ni usamos ideologías. Ya sabes la razón ¿no? ¿Nunca te han
enseñado a que nunca te debes meter en las conversaciones de los
adultos? Pues ten mucho cuidado porque ya sabes: está el garrote y está
la habitación del castigo. Lo mejor que puedes hacer o seguir haciendo,
es seguir siendo como un niño normal: jugar y entretenerte junto a tus
pares, jugar a ser adulto como al “papá y la mamá”… Pero no te
preocupes, cada cierto tiempo te daremos el privilegio de jugar con los
adultos, vestidos de niño y con comportamiento infantil. ¿Nos vas a
decir que cada cierto tiempo los adultos no se visten ni comportan como
niños para poder atraerte y puedas jugar a ser adulto? ¿Nunca se han
acercado a ti, de vez en cuando, con regalitos insignificantes para
poder celebrar a lo grande la fiesta de la Democracia?
Gracias por seguir siendo como eres. Un completo Idiota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario