Queda “bien”, según algunos, y hasta parece
“progre”, prodigarse en discursos apologéticos sobre la “juventud”. Es
decir personas que, según la ONU desde 1983, tienen entre 15 y 24 años.
Aproximadamente 1.222 millones de personas (el 15.4%) del total que
somos a nivel planetario 1 .
Queda, según otros, “políticamente correcto”, aplicar pinceladas de
sensiblería cursi cuando se habla del “futuro” para hacer creer a todos
que nuestros “sacrificios” de hoy no tienen otro destino que el
“bienestar” de los jóvenes. Queda “ cool ”, queda “ nice ”
y, con ambición mercadotécnica y electorera, se hace de los jóvenes
presa predilecta en los platillos demagógicos más repetitivos que el
capitalismo reedita, compulsivamente, hasta la náusea. Hipocresía
burguesa. Si de verdad les importara el “futuro”, cesaría la agresión a
los ecosistemas y habría justicia social, concreta, para los jóvenes y
para todos. Quienes de verdad se interesan por el futuro se dedican a
construir el socialismo.
La “juventud”, para el capitalismo, es un
“target” –dicen los publicistas-, jugoso y codiciado, del que se espera,
mayormente, mansedumbre, muchedumbre y estupidez. Condiciones ideales
para la explotación y para el consumismo. Se ve a los jóvenes como
manadas de esclavos, apetecibles, para el reino de la alienación donde
“ser joven” también es una mercancía. Están muy solicitados los jóvenes
porque se los cree carne de cañón de la que se puede aprovechar su
fuerza, inexperiencia y tiempo. Porque se los manipula en todas las
escalas y jornadas, bajo el modo de producción capitalista y el modo de
control político burgués. Uno de los empeños más pertinaces de la
ideología de la clase dominante es fabricar jóvenes arribistas y
dóciles, dispuestos a rendirse plácidamente a los devaneos burgueses, a
los placeres del consumismo y a la eternización del capitalismo. Para
eso han inventado, incluso, no pocas universidades.
Pero todo aquél que se llena la boca con
palabrería “inspirada” por los jóvenes, tiene el problema histórico de
que se expresa en la realidad concreta y en la lucha de clases.
Especialmente cuando, en los excesos histriónicos de sus vociferaciones,
los demagogos hablan del “futuro”, del “legado” y del “relevo”
generacional. Sin tocar un pelo al capitalismo. Es fácil hablar de los
“jóvenes” y deambular por los intestinos del ilusionismo y la
abstracción. Es fácil regodearse con tonos paternalistas o profesorales
de sabihondo diletante capaz incluso de afirmar que la “experiencia”,
abstracta, es el mejor tesoro que se puede legar a los jóvenes. No
conoce límites el cinismo burgués.
Sería magnífico que aquel que “hable” a
los jóvenes (tenga la edad que tenga) defina, primero, su lugar frente
al capitalismo. Estamos bastante hartos de las buenas intenciones
siempre disfrazadas con saliva militante de las “causas nobles”. Estamos
hartos, a cualquier edad, de que el paisaje de mentiras y de miseria no
se toque mientras engordan las chequeras y las cuentas bancarias de los
“jefes”. Que quien abra la boca aclare quién financia su discurso y a
quién rinde cuentas políticas. Que explique con detalles, históricos,
cuál es su frente de lucha, su obra y sus compromisos para derrotar la
explotación, al saqueo y la humillación de la clase trabajadora sometida
por los industriales, los terratenientes, las iglesias, los mass media y
los banqueros capitalistas. Eso, por cierto, sería bueno exigírselo a
todo el mundo. No sólo los jóvenes son víctimas de la verborragia y los
espejismos burgueses.
Sería
magnífico que, para “hablar” a los jóvenes contásemos con un programa
mundial de lucha socialista que tenga a la “juventud” no como un
episodio cronológico para las canalladas mercantiles del capitalismo
sino como una fuerza solidaria que comprenda su papel emancipador en la
lucha de clases y su responsabilidad política en transformar al mundo y
cambiar la vida. Juventud, pues, dispuesta a reconocerse, hombro con
hombro, en una lucha histórica y permanente emprendida por la humanidad
para librarse de toda forma de esclavitud y explotación. Es decir,
juventud revolucionaria y socialista capaz de combatir los engaños
reformistas, sectaristas y burocráticos que la acechan a mansalva con
pieles de cordero fabricadas en las peores tradiciones alienantes del
capitalismo. Juventud emancipada y emancipadora. “ El camino de la juventud lleva toda una vida ”. Pablo Picasso.
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1 La
mayoría de los jóvenes del mundo viven en países en vías de desarrollo
(casi el 85%), con aproximadamente el 60% en Asia solamente. El 23%
restante vive en las regiones en vías de desarrollo de África y América
Latina y el Caribe. Para el año 2025, el número de jóvenes que vivirán
en países en vías de desarrollo crecerá en un 89,5%. Por consiguiente,
es necesario contemplar asuntos de juventud en las políticas y en la
agenda de desarrollo en cada país. A pesar de la urbanización masiva, la
mayoría de los jóvenes viven en áreas rurales en el sub-Sahara de
África, y en el sudeste y sur-centro de Asia y Oceanía. - Población juvenil: 525 millones de hombres jóvenes y 500 millones de mujeres jóvenes. Analfabetismo juvenil en países en vías de desarrollo: 57 millones de hombres jóvenes y 96 millones de mujeres jóvenes. http://www.pololeos. com/espanhol/biblioteca/ cifras/cifras.html
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