A cuatro meses de las elecciones presidenciales del 7 de octubre, la
candidatura del presidente Chávez se consolida; el 66% de los
venezolanos califica su gestión como buena-muy buena y si las elecciones
fueran mañana, 57% votaría por Hugo Chávez, mientras que 21% lo haría
por Henrique Capriles Radonski.
La vitalidad de la candidatura de Chávez, se expresa no sólo en la
media nacional, sino en las diversas perspectivas de nuestro estudio, ya
sea la perspectiva de clase o estrato social o la perspectiva de
región. Los números positivos, para este mes de mayo, no pueden
significar otra cosa que el fracaso de las primarias como hito de
lanzamiento de la campaña opositora.
En relación a la perspectiva de estrato o clase social, es innegable
que las primarias opositoras fueron un hecho político significativo
dentro los estratos A y B; sin embargo no lograron desequilibrar la
conducta indiferente del estrato C y mucho menos ganar espacio en los
estratos populares D y E.
A tres meses de estas primarias, su posible efecto, incluso en los
estratos A y B, ha caído en el vacío impulsado por la pobre estrategia
del comando de Capriles, el cual en su huída hacia adelante con la
figura del progreso, terminó convirtiendo su pretensión de ser el Lula
Venezolano, en una caricatura política risible.
Hoy la valoración positiva a la gestión del presidente recupera
espacios en el estrato C, estrato en el cual después de las elecciones
presidenciales del 2006, la aceptación a su gestión había descendido
hasta el 20% y hoy se ha elevado hasta el 42,7% la valoración de buena y
muy buena. En los estratos populares D y E, la valoración a la gestión
como buena muy buena, llega a 68.4% en el D y 76,1% en el estrato E.
En el indicador intención de voto del estrato C, se mantiene un 30.3%
a favor del presidente Chávez, hecho importante, pues muestra una
recuperación de sectores medios a favor de la propuesta de
transformación nacional popular liderada por Hugo Chávez. En los
Estratos populares D y E, decisivos en la contienda electoral por su
peso numérico, el 58,6% del D, votaría por el presidente y sólo el 20,7
por Capriles, en el estrato E, 68% votaría por el presidente y 12.5% por
Capriles. Todo esto muestra, como en momentos decisivos para el rumbo
del país, el sujeto nacional popular, artífice del actual ciclo de
revolución, toma su lugar y apuesta por la continuidad de las tareas de
desestructuración de la exclusión.
Mientras en lo regional, el casa por casa diseñado por el comando de
Capriles no ha tenido el impacto que esperaban, si bien era una ruta
obligada para un candidato solo conocido en el este caraqueño, el
comando de campaña opositor esperaba un efecto movilizador y de impacto
en la emocionalidad popular, los resultados muestran otra cosa, ni
siquiera en regiones, declaradas como fortín opositor, Capriles logra
levantar cabeza y tener peso en la matemática electoral.
En Zulia por ejemplo la aprobación de la gestión del presidente de
bueno y muy bueno, alcanza el 68%. En la intención de voto, en Zulia se
da un 58% a favor de Chávez y un 26% para Capriles; pero no es gratuito
este resultado favorable al gobierno bolivariano, hay que explicarlo en
los datos que arroja la valoración de los Zulianos a las misiones
sociales, al respecto la valoración de bueno y muy bueno, alcanza el 79%
para la misión barrio adentro II (CDI), 79% para la misión Barrio
Adentro I y 73% para mercal.
Otro supuesto bastión de la oposición ha sido la región Capital
integrada por Miranda, Distrito Capital y Vargas, la oposición ha
llegado a proclamar jactanciosamente al Chavismo como un fenómeno rural,
del interior del país, pero sus deseos se estrellan contra la realidad
de los números, en esta región la valoración de bueno y muy bueno para
la gestión del presidente alcanza el 67%, así mismo la intención de voto
favorece ampliamente a Hugo Chávez con 55%, mientras que Capriles
obtiene solo el 22%.
El resto de regiones, desde el sur, occidente, andes, llanos y
oriente, son sin lugar a dudas, rojas, rojitas, en estas regiones el
presidente Chávez, mantiene la iniciativa y ventaja en los números
electorales, destacándose la región los llanos donde la intención de
voto a favor del presidente es del 60% y por Capriles del 18%.
Este paseo por los datos desde los estratos sociales y las regiones
muestran una acelerada despresurización de la candidatura de Capriles
Radonsky, la crisis de sus estrategia obedece en lo fundamental, a que
su pretensión de triangulación, de habitar los temas de su oponente, en
este caso Hugo Chávez, se convirtió en un imposible, pues su esencia
oligárquica fue detectada por el pueblo venezolano, el cual hoy cuenta
con un alto grado de conciencia política y de reconocimiento de sus
intereses.
El pueblo venezolano ha comprendido que solo la acción colectiva de
los excluidos y un proyecto político que represente la ruptura con las
formas capitalistas de construir la sociedad, podrá preservar esa
condición que hoy es conocida por todos, la de ser la sociedad más feliz
del mundo.
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