viernes, 22 de junio de 2012

El CNE es el jugador número 12, pero del equipo “Pueblo”.

Nicmer Evans./ El CNE de aquí al 7 de octubre será el objetivo político que servirá de excusa para desestabilizar políticamente, como consecuencia de una inminente derrota electoral de la oposición. Una serie de declaraciones de dirigentes opositores durante esta semana, sumada al desconocimiento del árbitro por parte del candidato Capriles, al no mencionarlo ni una sólo vez en el momento de inscribirse ante éste, advierten la estrategia.

Si de algo debe estar orgulloso el venezolano es de nuestra democracia, tanto participativa como representativa, y si la piedra angular de la democracia participativa es el Poder Popular, el Poder Electoral es el elemento y espacio fundamental de la democracia representativa en nuestro país. Y así ha sido, ante cada momento donde el pueblo demanda consultar temas o elegir nuevas autoridades, el CNE no sólo ha definido claramente las normas, sino que se ha encargado de operacionalizar todo el proceso, habiendo sido imposible para aquellos que se oponen al avance de la democracia venezolana, poder cuestionar resultado alguno.

El caradurismo de la oposición en cuanto al Poder Electoral es descomunal. Venezuela y el mundo aún esperando las pruebas de fraude anunciadas por dinosaurios de la política venezolana en procesos pasados, y mientras esto pasa, cuando ellos ganan alguna elección el CNE es bueno, pero cuando pierden es fraude, así, en ninguna parte del mundo se hace Política, lo que se hace es desestabilización política.

Sin embargo, la oposición no está midiendo el fatal efecto de una postura como esta, ya que al final, lo que le está diciendo a su electorado, ya bastante mermado, es que no vote, ya que no debe confiar en el árbitro, y una estrategia como esta en último término le beneficia a lo enemigos de Capriles y Primero Justicia: AD, que juega de manera clara a salir de Primero Justicia y del Presidente Chávez.

En conclusión, no podemos creer que esta postura de descalificación del árbitro es ingenua, ya Datanalisis les ha dado a la alta jerarquía opositora los resultados de los estudios que no han hecho público ya que no le conviene a su cliente-candidato, y esto ha conducido a redireccionar la estrategia. Ya Maria Corina Machado lo advertía en Miami ante una conferencia con la comunidad venezolana residente allá: “este conflicto es existencial” y no se resuelve sólo por la vía electoral. Ellos están dispuestos a ir contra el pueblo, irrespetar su decisión e irrespetar al poder soberano, porque ellos son la “clase privilegiada e iluminada” que poseen la verdad pon encima del resto que es la mayoría vista como lumpen, y para lograr esto deben ir en contra del CNE, al que llaman el jugador número 12, pero atribuyéndoselo al equipo equivocado. El CNE es el jugador número 12, pero del equipo “Pueblo”.

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