viernes, 29 de junio de 2012

Desenredando las Redes Sociales. (Kenny García Ortega)

Las Redes Sociales son escenarios que permiten la interacción directa entre sus miembros a lo largo y ancho del ciberespacio. Son plataformas para la comunicación que brindan un elemento valiosísimo a la hora de la emisión y recepción de mensajes: la bidireccionalidad. En las Redes Sociales puedes ser receptor o emisor, escucha o hablante, lector o escritor sin restricciones formales como las establecidas en los medios de comunicación tradicionales donde se experimenta más un monólogo que un intercambio de pareceres en tiempo real.
Son el espacio para la rebeldía, la creación individual y colectiva de contenidos, decir lo que no sale en los medios, organizarse, contactar, enlazar afinidades políticas o dar la batalla de las ideas. Como plataformas comunicacionales pueden ser usadas para difundir mensajes productivos o banales, insignificancias sin sentido o enunciados realmente enriquecedores. Cada quien elige cómo estructurar sus conexiones y de qué manera incorporarse en el mundo virtual. Dando la cara o escudándose en el anonimato los involucrados son nodos que amplían la extensión de la red que permite el flujo de pareceres sin censura alguna.

Medios de comunicación tradicionales como la televisión han venido cometiendo un error garrafal al querer imponer su línea editorial en las redes sociales. Asemejan su accionar con el de productos de consumo masivo promocionados a través de la publicidad en web. No han captado que la esencia de estas plataformas es la espontaneidad en el surgimiento de contenidos, mensajes, audios, textos, videos, etc. Plataformas como twitter no son el “brazo cibernético” de programas televisivos en donde sus conductor@s ordenan cual caporal de finca las etiquetas o mensajes a difundir. Esto pudiese tener dos lecturas, la primera es que demuestra una soberbia y carencia de humildad superlativa en quienes pretenden marcar pauta con nuevos contenidos audiovisuales, la segunda es que quizá se evidencie el carácter neófito de quienes pretenden incursionar con innovaciones en terrenos completamente desconocidos.

La televisión en pleno siglo XXI debe entender que no está para marcar pauta en las redes sociales. Son las Redes Sociales las que deben marcar pauta en la televisión. Las Redes Sociales no deben reflejar lo que sale en la tv, sino que la televisión debe reflejar lo que sale en las redes sociales. Los medios tradicionales, los productores de programas y espacios junto a los que marcan la línea editorial deben escuchar y prestar atención al sentir de las redes en internet porque es la vía más directa que tienen para conocer la opinión real de sus usuarios y la repercusión que sus contenidos tienen en un sector importante de la sociedad.

La revolución comunicacional no es colocar en pantalla un video reproduciéndose desde YouTube, tampoco lo es mostrar la visualización de páginas o contenidos en internet. La revolución comunicacional pasa por un cambio radical en la forma como son generados los mensajes, los autores, los enfoques y el propósito de los mismos. Cuando la televisión se haga eco de contenidos web originales y espontáneos que no obedezcan al mandato de la línea editorial del canal podremos empezar a considerar que se está revolucionando la comunicación, de lo contrario sólo estaríamos presenciando un cambio de apariencia y de forma más no de fondo o contenido. Tarea pendiente, mucho más ahora en plena campaña rumbo al 7 de octubre.

No hay comentarios: