(PL) Los indignados españoles protagonizaron hoy una estruendosa
cacerolada contra el sistema capitalista en la madrileña Puerta del Sol,
el mismo sitio donde hace justo un año nació esa corriente de protesta
social.
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Durante más de una hora, más de dos mil personas hicieron sonar
cazuelas y todo tipo de utensilios en la emblemática plaza, como colofón
de cuatro días de celebraciones por el primer aniversario del también
conocido Movimiento 15-M.
La ruidosa protesta contra la clase política y financiera dio paso a una multitudinaria asamblea, que a esta hora (noche en la capital española) continuaba poniendo en común las conclusiones y propuestas sobre el futuro del 15-M.
Numerosas personas se han ido uniendo a este acto, en el cual no han dejado de escucharse consignas como Esta crisis no la pagamos o Que no, que no nos representan, en alusión a políticos y banqueros.
En el inicio de la conmemoración, decenas de miles de personas desbordaron el sábado último la céntrica plaza y sus calles aledañas para evocar la eclosión de esta plataforma ciudadana, nacida tras las multitudinarias manifestaciones del 15 de mayo de 2011.
Ese día, unos 80 mil simpatizantes de la organización se congregaron en el también conocido como el kilómetro cero para reclamar que los motivos de su malestar, lejos de solucionarse, se agudizaron en los últimos 12 meses.
Como hace un año atrás, Sol se convirtió entonces en el epicentro de las protestas pacíficas de agrupaciones como Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro, agrupaciones que gestaron el 15-M a través de las redes sociales de Internet.
Con una indignación renovada ante los duros recortes sociales del gobierno conservador de Mariano Rajoy, las organizaciones sobre las que pivota el movimiento tomaron los mismos espacios públicos donde en mayo de 2011 levantaron sus campamentos.
Con más de cinco millones y medio de desempleados y el 52 por ciento de los jóvenes en el paro, hoy tenemos muchas más razones para protestar que hace un año antes, declaró a Prensa Latina Ana, una estudiante universitaria que asistió a la concentración.
Utilizan la crisis económica como coartada para privatizarlo todo y empobrecer a las clases medias, mientras inyectan dinero público a los bancos, precisamente los culpables de esta situación que estamos viviendo, denunció Pilar Gómez, una economista desempleada.
Barcelona, Valencia, Alicante, Badajoz, Bilbao, Granada, Huesca, Vigo o Sevilla acogieron también manifestaciones para volver a defender que los ciudadanos no son mercancía en manos de políticos y banqueros, una de las principales consignas del 15-M.
En estas cuatro jornadas, los indignados realizaron asambleas sobre seis ejes temáticos fundamentales: Ni un euro más para rescatar a los bancos; por una educación y sanidad públicas gratuita y de calidad y reparto justo del trabajo y retirada de la reforma laboral.
Los debates versaron, además, sobre el derecho a una vivienda digna y la lucha contra los desahucios; una renta básica universal para todas las personas, y la defensa de los derechos y libertades ciudadanas.
rmh/edu
La ruidosa protesta contra la clase política y financiera dio paso a una multitudinaria asamblea, que a esta hora (noche en la capital española) continuaba poniendo en común las conclusiones y propuestas sobre el futuro del 15-M.
Numerosas personas se han ido uniendo a este acto, en el cual no han dejado de escucharse consignas como Esta crisis no la pagamos o Que no, que no nos representan, en alusión a políticos y banqueros.
En el inicio de la conmemoración, decenas de miles de personas desbordaron el sábado último la céntrica plaza y sus calles aledañas para evocar la eclosión de esta plataforma ciudadana, nacida tras las multitudinarias manifestaciones del 15 de mayo de 2011.
Ese día, unos 80 mil simpatizantes de la organización se congregaron en el también conocido como el kilómetro cero para reclamar que los motivos de su malestar, lejos de solucionarse, se agudizaron en los últimos 12 meses.
Como hace un año atrás, Sol se convirtió entonces en el epicentro de las protestas pacíficas de agrupaciones como Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro, agrupaciones que gestaron el 15-M a través de las redes sociales de Internet.
Con una indignación renovada ante los duros recortes sociales del gobierno conservador de Mariano Rajoy, las organizaciones sobre las que pivota el movimiento tomaron los mismos espacios públicos donde en mayo de 2011 levantaron sus campamentos.
Con más de cinco millones y medio de desempleados y el 52 por ciento de los jóvenes en el paro, hoy tenemos muchas más razones para protestar que hace un año antes, declaró a Prensa Latina Ana, una estudiante universitaria que asistió a la concentración.
Utilizan la crisis económica como coartada para privatizarlo todo y empobrecer a las clases medias, mientras inyectan dinero público a los bancos, precisamente los culpables de esta situación que estamos viviendo, denunció Pilar Gómez, una economista desempleada.
Barcelona, Valencia, Alicante, Badajoz, Bilbao, Granada, Huesca, Vigo o Sevilla acogieron también manifestaciones para volver a defender que los ciudadanos no son mercancía en manos de políticos y banqueros, una de las principales consignas del 15-M.
En estas cuatro jornadas, los indignados realizaron asambleas sobre seis ejes temáticos fundamentales: Ni un euro más para rescatar a los bancos; por una educación y sanidad públicas gratuita y de calidad y reparto justo del trabajo y retirada de la reforma laboral.
Los debates versaron, además, sobre el derecho a una vivienda digna y la lucha contra los desahucios; una renta básica universal para todas las personas, y la defensa de los derechos y libertades ciudadanas.
rmh/edu
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