viernes, 25 de mayo de 2012

Base norteamericana en Argentina: “No vienen médicos sino militares para brindar ayuda humanitaria"

Lila Ibarra, del Grupo de Artistas Independientes de Resistencia en Chaco. Repudio a la instalación de un Centro de Operaciones de la Cuarta Flota del Comando Sur, instalada con el pretexto de “brindar ayuda humanitaria para la región”. Protesta masiva el 25 de mayo.

Prensa UAC entrevistó a Lila Ibarra, de hablar pausado y larga cabellera negra, integrante del Grupo de Artistas Independientes de Resistencia, Chaco, que forma parte junto a otras múltiples organizaciones de una multisectorial en repudio a la instalación de un Centro de Operaciones de la Cuarta Flota del Comando Sur, instalada con el pretexto de “brindar ayuda humanitaria para la región”. Lila se acercó hasta Paraná al encuentro regional de la UAC Litoral para compartir la información de las protestas en Chaco invisibilizadas por una agenda política y mediática nacional que ocultó a ocho mil personas en las calles de Resistencia y que este 25 de mayo se repetirá en repudio a un enclave de una potencia extranjera en territorio argentino.
- ¿Cómo se entera la población de la instalación de la Cuarta Flota en Chaco?
-La información fue surgiendo por varias fuentes. En diciembre del año pasado, distintos artículos periodísticos  dieron cuenta de una serie de encuentros entre la Embajada de Estados Unidos y el gobernador Jorge Capitanich. Luego, en febrero, en Corrientes, en un encuentro ambiental del que participó la UAC, desde una organización vecinal de Barranqueras -puerto lindante a Resistencia-, se alertó sobre el emplazamiento. Ellos se dedican a la defensa de la arquitectura histórica de la ciudad de Barranqueras y comienzan a investigar por qué se hace una remodelación y modernización del puerto. De allí surge información sobre las hidrovías, justificadas por actividades del Mercosur pero también se alerta sobre un rosario de bases militares programadas en cercanías de la Triple Frontera, que coincide con  una franja de recursos naturales muy importante (sobre todo fuentes de agua) y con una zona estratégica de control.
- ¿Se reconoció desde la gobernación nacional o provincial esta información?
- No, para nada. Al contrario, muestran fotos del Centro de Operaciones donde se retratan galpones para “ayuda humanitaria”. Toda la instalación se basa en esta supuesta misión humanitaria, información que luego es refutada por distintas investigaciones. Estos ejes temáticos se vienen desarrollando en Chaco a partir de 2009, con la epidemia de dengue y la declaración de zonas de emergencia, en base a distintos motivos, por emergencia ambiental, por inundación, por sequía. Ahora, pese a los desastres naturales, epidemias y cuestiones de salud pública existen empresas muy interesadas en la generación de biocombustibles que evalúan a Chaco como  naturalmente muy  apropiado. ¿Cómo puede ser que un lugar con desastres ambientales puede ser apropiado? Desde que tengo uso de razón, el Chaco ha sufrido situaciones extremas.
- ¿Por qué se cuestiona la epidemia de dengue?
- Existen investigaciones periodísticas avaladas por médicos sanitarias que demuestran que la cepa del dengue que se expandió en la zona en 2009 es fruto de una manipulación de laboratorio. Años después, nos encontramos con que la justificación para la instalación del Centro de Operaciones es el apoyo en materia sanitaria para la prevención de epidemias. Lo curioso es que no vienen médicos sino militares. Y no cualquier militar. Por ejemplo el coronel  Edwin Passmore, agregado militar del Comando Sur  expulsado de Venezuela por actividades de espionaje, cumplió tareas “humanitarias” en la invasión a Afganistán, fue asesor de inteligencia del Ministerio de Defensa en Kuwait y ocupó el cargo de agregado militar en la embajada de Estados Unidos durante la invasión a Irak. Este señor es al que recibe Capitanich en noviembre del año pasado.
- ¿Por qué estiman que se logra ahora con Capitanich?
- En principio porque hay gente que se vende. Desde el año 2000 que Estados Unidos intenta colocar una base militar en la Argentina y no lo lograba, lo consigue con Capitanich. Pero hay que estar muy claros en estos tiempos políticos – locales y nacionales – porque existe mucho oportunismo. Esta cuestión es de índole imperialista, excede a un partido. En este momento, no importa a qué partido pertenece.
- ¿Pero qué significa la seguridad en los términos en que los plantea el poder político de la provincia? ¿Seguridad interna, de la población?
- Es otro eje justificatorio. Se está discutiendo una ley de Seguridad Provincial, tras la sanción de la ley antiterrorista en Nación, que aún no fue explicada pero derechos humanos y narcotráfico son los ejes temáticos. Otro antecedente son los cursos de capacitación en municipios del Chaco que incluyen a la policía y defensa civil. Ya no existe la Escuela de Panamá ahora hay maestros a domicilio. Además de la capacitación en el lugar, intentan establecer relaciones de camaradería entre oficiales argentinos y el resto de las jerarquías para después contar con un ejército de ocupación local. Nuestros ejércitos se transforman en  ejércitos de ocupación imperial extranjera pero que hablan tu mismo idioma. Esto les facilita mucho la vida porque después no hay problemas con los legisladores en Estados Unidos, no tienen que invertir un peso, evitan problemas con su población porque no mandan soldados, no muere gente de su pueblo, esquivan la crítica de la opinión pública internacional. Esta etapa es la de retomar lazos cortados, en cierta forma, en tiempos de juicios a militares y demás.
- ¿El Centro de Operaciones se inauguró? ¿En qué etapa está ahora?
- Iban a inaugurar en marzo, ahora se retrasó hasta dentro de seis meses. Esto sucedió porque el  2 de abril se hizo una movilización de casi ocho mil personas que atravesó toda la ciudad de Resistencia a ritmo de carro. Mucha de nuestra gente se transporta en carro o en bicicleta, llegamos hasta el aeropuerto donde se encuentra la base y eso no salió prácticamente en ningún medio. De todos modos, quieren inaugurar y se burlan diciendo “cómo va a venir una flota a los mares del Chaco, qué mares tenemos”. Mientras tanto, en el país sólo existen tres aeropuertos con capacidad de recibir aviones de gran porte, en Buenos Aires, en Bariloche y en Resistencia. Digo, para que nos acordemos no más.

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