martes, 24 de abril de 2012

¿Qué debían saber en Miami? (Noel Manzanares Blanco)

La delincuencia política con epicentro en esa república bananera preferiría desconocer algunas noticas que aluden a Cuba y al pulso Made in USA. Pero la vida revela un refrán: “Si no quieren caldo, se les dan tres tazas”.
 

Medios de prensa informan que el Time ha publicado un artículo de Joel Stein Essay en que menciona informalmente las que, después de consultar con algunas personalidades norteamericanas, él cree son las cien figuras más influyentes de la historia, entre las que incluye a Fidel Castro junto a Jesucristo, Mahoma , Buda, Santo Tomás de Aquino, Napoleón y Karl Marx.
De acuerdo con la noticia, quizás lo que más duela a la delincuencia política con epicentro en la república bananera de Miami sea que además el Líder Histórico de la Revolución Cubana esté ubicado al frente y al centro en la ilustración de Tomasz Walenta que acompaña el trabajo del Time, escoltado por Albert Eintein y Martin Luther King Jr.
Paralelamente, se conoció que en “Desigualdad y Democracia: lecciones latinoamericanas para Estados Unidos” de Terry Karl, profesora de la Universidad de Stanford, se evidencia hasta qué punto ese país está convertido en uno de los más desiguales del planeta, en el marco de los 34 más desarrollados que forman parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
En el título en cuestión, la académica señala que la brecha en esa nación es de tal magnitud que el uno por ciento más rico (0,1 por ciento de los estadounidenses) promedia un ingreso de 1,3 millón de dólares anuales y que se lleva cuatro quintos de lo que aumentaron los ingresos de todos los estadounidenses desde 1980 hasta el 2002.
Otros números denuncian que el 20 por ciento más rico en la Patria de Washington y Lincoln es dueño del 87 por ciento de la riqueza de todos los estadounidenses, y el uno por ciento tiene el 69 por ciento de los bienes del país; al tiempo que la familia blanca promedio gana dos tercios más y tiene doce veces más riqueza que la familia negra promedio, sin descartar que la mitad de los hispanos y casi dos tercios de los afro-descendientes no poseen activos financieros.
Simultáneamente, los más favorecidos por abra y gracias a cómo se constituyó la ¿Gran Nación Americana? aumentan su influencia en las políticas públicas, mientras que trabajadores/ras pierden representatividad. Basta tener en cuenta que para el 2010 el porcentaje de afiliación sindical, que viene declinando sistemáticamente desde 1982, cayó al 11,4 por ciento (7 por ciento en el sector privado), comparado con más de 27 por ciento en Canadá y 70 por ciento en Finlandia.
Mientras, personalmente remembraba el caso del mánager del equipo beisbolero Marlins de Miami, Oswaldo Ozzie Guillén, quien fue suspendido cinco partidos por sus patrones y obligado a ofrecer disculpas públicas, después de cometer un pecado mortal en la ciudad de marras: expresar admiración por Fidel Castro.
También, que mientras desmantelaban la valla a favor de la libertad de Cinco cubanos (legítimos antiterroristas) en una calle de Miami debido a protestas de los negociantes del barrio, un banco de esa ciudad anunciaba el patrocinio de la exposición y venta de las “pinturas” de Luis Posada Carriles (auténtico architerrorista).
Mas, al situar en una balanza la información que acabo de compartir, aprecio cómo el acontecer entorno a la Revolución en la Mayor de las Antillas —incluyendo su modesto modelo que en término de equidad social tiene muchísimo que enseñarle al Made in USA—, deviene un refrán hecho realidad para la terrorista-mafia- -gusano-yanqui cuyo eje es la república bananera de Miami, a saber: “Si no quieren caldo, se les dan tres tazas”.

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