Una acción política no necesariamente es un cálculo político, el Presidente Chávez pidiendo un milagro para su salvación (8-04-2012, en cadena nacional) se puede definir como una acción política conciente, pero extraordinariamente sincera y espontánea, imposible de considerar un cálculo político premeditado como deben ser los movimientos de piezas en el ajedrez, lo que nos convoca a una profunda reflexión dentro de la revolución bolivariana y socialista.
Chávez dividió la cultura política y democrática venezolana en dos, antes y después de él, y es parte de la historia viva de la transformación política, social y económico de muestro país. Pero como he dicho en anteriores oportunidades, la salud de la revolución y del socialismo bolivariano no puede ni debe depender de la salud del Presidente; esto aún cuando suena duro debe ser una premisa fundamental para la trascendencia del pensamiento chavista y del chavismo en si mismo.
Ante esta cruda petición, y esa devoción de sacrificio, creo importante definir lo siguiente:
- Nuestro país fue un pueblo dormido que despertó, un pueblo manipulado que insurgió, y el Presidente Chávez lo ha conducido a ese, su inevitable destino.
- Efectivamente quedan muchas cosas por hacer, pero ese pueblo que ha insurgido, está dispuesto a consagrar el objetivo que él mismo se ha planteado cumplir: la liberación de los oprimidos, así como Jesús se lo planteó; y él Presidente debe tener la seguridad que gracias a él éste planteamiento trascenderá la vida de todos los que hoy escribimos esta historia.
- La salud del Presidente es un asunto de importancia nacional e internacional, pero tiene en su pueblo chavista, su partido y su familia, la atención suprema apostada en la fe de su recuperación.
Sin embargo, en el proceso revolucionario, rumbo al socialismo quedan tareas pendientes que son impostergables para consagrar esta trascendencia. E lamor sincero que el pueblo venezolano profesa al Presidente y líder Chávez, más allá de los sectores que por conveniencia lo adulan, idolatran y endiosan, conduce a una serie de tareas que él mismo Presidente Chávez pudiera acelerar con el fin de facilitar su proceso de recuperación.
- Depurar su entorno de algunos “alacranes” (Muller Rojas mediante) que aún existen.
- Desarrollar aún más la capacidad de delegar y confiar en verdaderos cuadros políticos.
- La aceleración de una verdadera escuela de cuadros políticos del proceso revolucionario, que garantice relevos generacionales que vayan más allá de la cercanía o no con el líder.
- La consagración del GPP y clara definición de su rol histórico.
- Horizontalización y democratización de los procesos decisionales en el PSUV (a través, por ejemplo; de la consolidación de las elecciones por la base como método permanente).
- Definición de un claro esquema de alternabilidad dentro de los cargos políticos y públicos desde los de más altos niveles hasta los de iniciación en estos espacios.
- La clara definición del equipo de alto gobierno, más allá de los cargos ministeriales, etc.
- Definición de una estrategia clara para la transformación de La Administración Pública.
Los niveles de ansiedad e incertidumbre política que se viven a lo interno del proceso revolucionario, requieren medidas que permitan relajar esta condición palpable, antes que se aceleren procesos que afecten el buen desarrollo de un proceso de victoria para el 7 de octubre, ya que una dirigencia opositora y un hábil imperio: como hienas, se encuentran a la espera de cualquier error que cometamos, para convertir algún nutriente revolucionario mal tratado en carroña para su alimento.
Posted: 07 Apr 2012 10:08 PM PDT
Entrevista en CNN sobre violencia política en Venezuela
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