Iroel Sánchez./ En agosto de 2008, el Comandante Fidel Castro
sostuvo un diálogo con los periodistas venezolanos Vanessa Davies,
Andrés Izarra,Walter Martínez y Mario Silva en el que, entre otros
temas abordó el papel de la comunicación en la lucha ideológica
contemporánea. Fidel, luego de afirmar que las armas para hacer hoy la
revolución están en divulgar la realidad, le decía a sus interlocutores:
“yo creo que ustedes tienen el arma nuclear en las manos, ideológica”.
La
afirmación de Fidel es consecuente con una estrategia que ha dado
siempre a la comunicación un lugar central en la lucha revolucionaria.
Así fue en la Sierra Maestra, al enfrentar lo que la dictadura
batistiana denominó “Plan FF” (Fase Final o Fin de Fidel), que con
columnas conformadas por miles de hombres, el apoyo de artillería,
aviación y tanques terminó en el inicio de la derrota estratégica de la
tiranía. Entre los tres objetivos fundamentales de la concepción que
permitió la victoria guerrillera, revelados por Fidel en un discurso
radial realizado inmediatamente después de aplastada la operación, el
segundo era “mantener en el aire la Emisora Rebelde que se ha convertido
en factor de primerísima importancia”.
Resulta obvio que de entonces acá esa
“primerísima importancia” de la información, lejos de disminuir se ha
incrementado. Los “tanques pensantes” de Washington lo confirman.
Joseph S. Nye, asistente del Secretario de Defensa durante la
Administración Clinton, llegó a afirmar que “el país que mejor sepa
conducir la revolución de la información será el más poderoso… Y en el
futuro previsible, ese país será Estados Unidos”, añadiendo que “al
igual que la supremacía nuclear era la clave para el liderazgo de la
coalición en el pasado, la supremacía informativa será la clave en la
era de la información”.
La Revolución Bolivariana, llegada al
mundo en esas circunstancias, ha asumido de modo creativo y audaz ese
reto, convirtiendo el escenario de las redes sociales en Internet en un
instrumento para la acción revolucionaria. En mi opinión, el uso que
realiza el presidente Hugo Chávez de su cuenta en
Twitter es hoy el equivalente de la antena de Radio Rebelde que desde la
Sierra Maestra llevaba la voz de Fidel, desbaratando las mentiras y
calumnias con las que la dictadura pronorteamericana de Fulgencio
Batista intentaba acallar la realidad de lo ocurría en el terreno
militar.
El imperialismo norteamericano y sus servidores en Venezuela,
han elaborado por enésima vez, su Plan “Fin de Chávez”. Con mucho
dinero, las más avanzadas tecnologías y poderosos medios de comunicación
intentan construir e imponer una realidad creada por sus laboratorios
de guerra sicológica. Y ahí está ese guerrillero de la Internet con su
@chavezcandanga, desbaratando campañas mediáticas, interactuando con su
pueblo, informando cómo utiliza los recursos para beneficio de los más
necesitados, comunicándose con sus ministros y también con mandatarios
de otros países, a la vez que tiene en ella una vía de retroalimentación
directa de la ciudadanía acerca de la efectividad de las políticas y
acciones de la Revolución.
Particularmente novedoso e impactante es
el modo en que el presidente Chávez utiliza su cuenta en Twitter para
relacionarse con los medios de comunicación de la Revolución, comentando
con inmediatez informaciones que ve en la televisión, enviando mensajes
a los conductores de los espacios, dando una orientación a quienes
participan en una movilización, estimulando un hecho, o reconociendo una
conducta o un resultado.
Si el capitalismo pretende con Internet
convertir aún más a los ciudadanos en consumidores, enajenarlos de la
práctica política y domesticarlos para que cada vez les sea más difícil
distinguir entre verdad y mentira, entre realidad y ficción; el
presidente Chávez ha convertido Twitter -un artefacto virtual- en un
arma ideológica para defender y vencer en defensa de una Revolución real
que ha alfabetizado, abierto la posibilidad del crecimiento intelectual
y sacado de la pobreza a millones de venezolanos. Sin dudas, un
instrumento del mundo virtual para una Revolución real, tan real que
levanta en su contra las fuerzas del imperio más poderoso de la
historia, ese que inventó Internet y ahora da golpes y adopta medidas en
busca del modo de controlarla cada vez más y más. Pero en Venezuela,
como acaba de decir Fidel en su más reciente Reflexión, la “oligarquía jamás podría gobernar de nuevo”, ni en las calles ni en las redes.
*Palabras en el acto por los dos años de
la cuenta en Twitter del presidente venezolano Hugo Chávez. Caracas,
Venezuela, 28 de abril de 2010.
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