Diego Olivera./ La campaña electoral del 7 de octubre para elegir el presidente de
Venezuela, se sostiene con una diferencia a favor del presidente
venezolano Hugo Chávez, de más del 20 % en la intención de voto,
alcanzando el 55% de apoyo de los venezolanos, mientras el candidato de
la denominada Mesa de Unidad Democrática (MUD) Henrique Capriles no
alcanza el 30%, según lo informado por varias encuestas nacionales e
internacionales.
La gran diferencia que muestran las encuestas
reflejan claramente la poca aceptación que tiene el candidato de la MUD,
que luego de ser elegido en las “primarias” de los sectores de derecha
que la integran, muchos se preguntan porque Capriles no ha podido
remontar en las encuestas. Una de las razones es la ausencia de una
propuesta política y económica para Venezuela. Por otra parte el intento
de presentarse como candidato “progresista”, elogiando al ex presidente
de Brasil Ignacio “Lula” Da Silva demuestra la falta de sinceridad ante
el electorado, ya que esencialmente él representa a los intereses de la
derecha del Opus Dei y los grupos sionistas de EEUU, además de ser
integrante de la familias de la alta burguesía, el área inmobiliaria y
los medios de prensa privados.
Por otra parte el mandatario
venezolano sigue en su tratamiento médico, pero sin dejar de trabajar en
su propuesta de país, en las líneas estratégicas de la revolución
bolivariana, avanzando en la misiones de Vivienda, Salud integral en los
barrios y en los distintos niveles de atención, como en la misión Amor
Mayor (para las personas de la tercera edad), donde las pensiones de
jubilación se han ampliado a sectores que nunca pudieron cotizar,
pescadores, amas de casa, trabajadores independientes y además tienen el
beneficio de utilidades (aguinaldo) de 3 meses, así como el aumento
anual que se le otorga a los trabajadores en actividad, algo inexistente
en muchos países de América Latina.
La oposición comienza su campaña desestabilizadora en Venezuela
Recientes
campañas de rumores y sabotajes al tendido eléctrico de varios estados
de Venezuela, van conformando el doble discurso de la oposición.
Mientras hablan de su participación en las elecciones presidenciales del
7 de octubre, se reúnen con la derecha internacional el Partido Popular
(PP) de España, con la ultra narco derecha colombiana, encabezada por
el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, con los sectores de la
derecha de Miami, y también se reúnen con figuras del sionismo de
Israel.
En esa estrategia desestabilizadora los días 19 y 20 de
abril del 2012, montaron una información sobre la muerte en Cuba del
presidente Chávez, por la vía de mensajes de texto, donde se decía “que
médicos cubanos del equipo que lo atienden en La Habana decían que no
resistió el tratamiento de radio terapia y falleció”, la mentira también
fue legalizada por los medios de prensa privada, CNN y GLOBOVISION, y
por algunas agencias de noticias privadas. También en ese fin semana
instrumentado por la derecha criolla y los EEUU, se habló de un golpe de
estado realizado por la Marina venezolana, mientras por otro lado se
informaba que el Presidente de la Asamblea Nacional (AN) Diosdado
Cabello encabezaba un golpe de estado con un sector de militares, ante
el falso deceso de Chávez.
Otra de las técnicas de esta campaña
desestabilizadora es crear malestar en el pueblo venezolano, creando
acaparamiento de alimentos y falsa escasez en las redes comerciales, o
el sabotaje de las líneas de electricidad. En estas últimas semanas se
han efectuado varias cortes de cables en varias torres, dejando sin
energía a los Estados Anzoátegui y Sucre, y varias cortes en otras
ciudades del país. La incapacidad de enfrentar la candidatura de Chávez,
así como la poca credibilidad de Capriles, ha generado desesperación en
los sectores de ultra derecha, tomando mucha fuerza su tesis de objetar
el triunfo del mandatario venezolano, gritando fraude, para así
intentar crear una salida, apoyados por los EEUU, al estilo de Libia o
Siria.
El presidente Chávez ha manifestado que aceptaría
reconocer su derrota, si realmente el candidato de oposición ganara,
como aceptó su derrota en la propuesta de Enmienda para reformar la
constitución, pero sin embargo Capriles no habla de esa posibilidad.
Hasta hicieron un intento publicitario de un empate técnico entre él y
Chávez, lo que fue desmentido por las encuestas, pero que quedó como un
ejemplo de la inmoralidad de la derecha, que recurre a la mentira ante
la incapacidad de lograr una victoria el 7 de octubre del 2012.
diegojolivera@gmail.com
Publicación Barómetro 26-04-12
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