Por: Antonio Silva García
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El Nazareno de San Pablo tuvo una casa y la perdió y tuvo un patio y una tapia y un limonero y un portón. ¡Malhaya el golpe que cortara el limonero del Señor...!
¡Mal haya el sino de esa mano que desgajó la tradición...! (Andrés Eloy Blanco)
Como si fuera poco, con la caterva de aspirantes y pre-candidatos que se preparan para participar en las elecciones primarias de la mal llamada mesa de la unidad, y escoger al frijolito que se medirá con el Presidente Chávez en los comicios de Diciembre de 2012. La conferencia episcopal ha decidido saltar al ruedo con un candidato que según ellos no tendría rival en lo terrenal, mucho menos en lo celestial.
Se trata nada más y nada menos que del Nazareno de San Pablo, ósea ya no estaríamos hablando de consideraciones divinas ni de esperar el día del juicio final más allá del 2021, nada de concesiones al mismísimo Diablo que habita en Miraflores, esos mortales y escuálidos candidatos impíos e irresolutos que cohabitan en lo más profundo de las más recientes encuestas, jamás garantizarían el retorno al poder de los representantes de la oligarquía fascista y golpista.