Un total de 132 detenidos, cinco Carabineros (policías militarizados) heridos y 25 civiles lesionados fue el saldo final de una marcha estudiantil reprimida con carros hídricos y gas lacrimógeno en el centro de la ciudad de Santiago, capital de Chile.
La intendenta (gobernadora) de Santiago, Cecilia Pérez, ofreció el parte final de este suceso, y responsabilizó a los estudiantes.
"Producto de los hechos que hoy día todos lamentamos y que espero que sean repudiados no sólo por la mayoría de la población como suele suceder, sino que puntualmente por aquellos que convocan a este tipo de marchas, hay 132 personas detenidas, la mayoría por desordenes graves y por lanzar piedras contra civiles y carabineros, 25 carabineros hasta esta hora con lesiones de distinta consideración, 5 civiles lesionados que constan en distintos centros de salud".
No obstante, los estudiantes se concentraron en la plaza Italia del centro de la ciudad, desde donde llevarían a cabo la marcha número 35 desde que iniciaron las protestas de forma pacífica.
De inmediato se presentaron Carabineros con carros hídricos blindados y gases lacrimógenos, así como la brigada montada para dispersar a los estudiantes, quienes se mantuvieron de pie frente a la amenaza de las fuerzas de seguridad.
Ante la inmovil masa estudiantil, Carabineros arremetieron en contra de los miles concentrados en ese lugar. Parte del estudiantado abandonó el lugar, pero otros grupos decidieron enfrentarse con palos, piedras y colocando barricadas.
La protesta se desarrolló por varias horas, obligando el cierre de comercios, estaciones del subterráneo y causando el cierre de distintas vías de acceso.
La presidenta de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo, denunció a través de la red social Twitter que "el Gobierno es el culpable por negarse a todo, pedimos permiso para marchar y no lo dan, pedimos educación gratuita y tampoco. Qué pretenden".
Esta protesta se da luego de que se rompiera el diálogo con el Gobierno, luego de que éste se negara a cumplir la demanda de la gratuidad de la educación, mientras que promueve una Ley que establecería penas carcelarias a quienes participen de protestas y tomas de espacios.
Vallejo advierte que el estudiantado volverá al diálogo si el Gobierno presenta propuestas orientadas a la gratuidad de la educación, mientras que el ministro de Educación, Felipe Bulnes, aseguró que no es posible cumplir con esa demanda, pero se mantendrán abiertos al diálogo.
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