viernes, 2 de septiembre de 2011

Recesión: Bolsas mundiales caen por desempleo en EE.UU.

Después de dos semanas de cierta calma, las principales Bolsas mundiales sufrieron este viernes fuertes pérdidas arrastradas por los malos datos del empleo en Estados Unidos, que reviven el temor de una recesión en la primera economía mundial.


La Bolsa de Nueva York terminó en fuerte baja este viernes, antes de un fin de semana largo, socavada por la mala situación del mercado laboral estadounidense, que reaviva los temores de recesión: el Dow Jones perdió 2,20% y el Nasdaq 2,58%.

"El hecho de que no haya habido creación de empleos el mes pasado asustó al mercado", constató Peter Cardillo, de Rockwell Global Capital.

Además, los valores financieros estuvieron particularmente bajo presión, ante informaciones de que las autoridades federales estadounidenses consideraban iniciar acciones judiciales contra un grupo de bancos, por su papel en la concesión de créditos hipotecarios de riesgo ("subprime").

Luego del cierre de Wall Street, la Agencia federal de financiación inmobiliaria (FHFA) indicó en un comunicado que busca "recuperar las pérdidas" infligidas a dos gigantes paraestatales de financiación de préstamos hipotecarios, Fannie Mae y Freddie Mac, por 17 instituciones, entre ellas el banco francés Société Générale y el suizo Credit Suisse.

Las plazas europeas habían cerrado antes con fuertes pérdidas. La Bolsa de París cedió 3,59%, la de Fráncfort perdió 3,36%, Londres 2,34%, Milán 3,89% y Madrid 3,40% en la estela del Dow Jones.

"Cuatro días de falsa calma eran demasiado, el mercado ha vuelto a entrar en una fase de pánico", dijo Soledad Pellón, analista de IG Markets en Madrid.

En América Latina, Sao Paulo cayó 2,73%, México bajó 1,41% y Santiago perdió 1,33%.

Los datos sobre el empleo en Estados Unidos son los peores desde septiembre de 2010, cuando la economía estadounidense destruyó más empleos de los que creó.

"Los datos publicados son muy decepcionantes y reavivan los temores de una recesión de la economía estadounidense y refuerzan la probabilidad de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) tenga que adoptar estímulos monetarios", comentó Michael Hewson, analista de CMC Markets en Londres.

A esta nueva señal de abatimiento de la primera economía mundial se sumaron los temores sobre la aplicación del segundo plan de ayuda a Grecia, destinado a evitar la bancarrota del país, lo que podría ser una catástrofe para toda la zona euro.

El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, reconoció que el país no podrá cumplir su objetivo de déficit para 2011 debido al empeoramiento de la situación económica.

"Este anuncio hace peligrar el segundo plan de ayuda anunciado el 21 de julio. No podrá ser puesto en marcha si el país es incapaz de instaurar planes de ahorro rápidamente eficaces", explicó Renaud Murail, gerente de acciones en el Barclays Bourse de París.
En un intento de incrementar la presión al gobierno griego, los representantes de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) abandonaron la capital griega y han dado diez días a las autoridades para que adelanten las reformas estructurales.

Para complicar las cosas, Finlandia ha reiterado su voluntad de obtener una garantía de Atenas para participar en el plan de ayuda.

Como durante la tormenta bursátil del mes de agosto, las acciones de los bancos, expuestos a la deuda soberana de la Eurozona, han sufrido el mayor varapalo. Los franceses Crédit Agricole y Société Générale perdieron, respectivamente, 7,38% y 6,65%. El alemán Deutsche Bank se dejó 5,93%, el italiano UBI Banca de 6,48% y el español Santander perdió un 4,84%.

Este descalabro bancario "confirma que el sector financiero en sentido amplio sigue en la mira de numerosos inversores y especuladores", comentó un analista parisino que pidió el anonimato.

"Por un sí o por un no, con razones más o menos fundadas, y a menudo menos que más", el sector padece una "volatilidad bastante fuerte", agregó.

El nuevo descalabro bursátil aceleró la desbandada de los inversores hacia los valores más seguros, como los títulos de la deuda de países con mejor calificación, la triple A. Así el rendimiento de los bonos a diez años de la deuda alemana, el Bund, cayó a 2,006%, su nivel más bajo.

El franco suizo y el oro, dos refugios apreciados por los inversores, también subían, mientras que el euro, pese a los datos del empleo estadounidense se cotizaba a la baja.