jueves, 22 de septiembre de 2011

Michael Moore retira libro de Georgia en protesta por muerte de prisionero Troy Davis

El cineasta estadounidense, Michael Moore, retiró este jueves de las librerías del Estado de Georgia (sur de Estados Unidos), los ejemplares de su último libro, como forma de protesta por la muerte del prisionero Troy Davis, ejecutado el miércoles por la noche pese al rechazo internacional a esa medida.
 
 
A través de su cuenta de Twitter, el realizador expresó que “no quiero hacer negocios con un Estado que autoriza estas acciones de odio”, reseñó la agencia AFP.

El cineasta, un profundo crítico al sistema político estadounidense, señaló que no desea “hacer negocios con un Estado donde la mayoría de la población permite el asesinato de inocentes”.

En su página web, Moore llama a todos sus conocidos “a no ir
nunca a Georgia, a no comprar nada que venga de allí ni a hacer ningún tipo de negocio con Georgia”.

Si el libro no es retirado de las librerías del Estado, “estaré donando parte de los derechos de autor” para “ayudar a triunfar a los racistas y asesinos que dirigen el Estado” reclamó irónicamente Moore.

“Le pido a todos los estadounidenses que tengan conciencia que eviten todo lo que tenga que ver con el Estado asesino de Georgia”, expresó.

El último libro de Moore se llama Here comes trouble (Aquí llegan los problemas).

El cineasta es autor de reconocidos documentales como Bowling for Columbine (ganadora de un premio Oscar), Fahrenheit 9/11, Sicko y Capitalism: A Love Story.

Troy Davis, un afroamericano de 42 años y convertido en un símbolo de la lucha contra la pena capital, fue ejecutado la noche de ayer miércoles 21 de septiembre en Estados Unidos por inyección letal.

El prisionero había sido condenado a muerte en 1991 por el supuesto asesinato del policía blanco Mark MacPhail.

Antes de su ejecución, Davis afirmó que “no soy responsable por el asesinato (...). No tenía un arma. Soy inocente”.

En 2008, a través de una llamada telefónica, se detuvo la ejecución del prisionero 90 minutos antes de la hora prevista.

Tanto la Junta de Perdones de Georgia, la Corte Suprema del estado, como la Corte Suprema de Washington negaron detener la ejecución.

El asesinato de Davis fue condenado por gobiernos europeos y rechazado por el Papa Benedicto XVI, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, del premio Nobel de la Paz de 1984, Desmond Tutu, y de 51 congresistas estadounidense, entre otros.