domingo, 25 de septiembre de 2011

Izquierda francesa consigue mayoría en el Senado; revés para Sarkozy

Jean-Pierre Bel, presidente del grupo del Partido Socialista irá al Senado francés, que tendrá mayoría de izquierda. * “Derrota histórica” a tan sólo siete meses de las elecciones presidenciales; arrebatan al menos 23 escaños al oficialismo, lo que les asegura la mayoría absoluta.


Jean Pierr Bel

París. El Gobierno conservador del presidente francés Nicolas Sarkozy perdió su mayoría en el Senado ante la izquierda el domingo, dijeron funcionarios, en una derrota histórica que le asesta un duro golpe apenas siete meses antes de las elecciones presidenciales.
Por primera vez desde 1958, la Cámara Alta dominada por la derecha volvió a una mayoría de izquierda, en momentos en que el organismo experimenta un gran cambio generacional.

Los primeros resultados de las elecciones indirectas mostraron que los candidatos de izquierda arrebataron al menos 23 escaños al oficialismo, lo que les asegura la mayoría absoluta.
El giro a la izquierda, que el líder oficialista del Senado, Gerard Larcher había descrito con consecuencias “sísmicas” antes de las elecciones presidenciales del próximo mes de abril, causó gritos de alegría entre sus partidarios en una reunión en París.
“El 25 de septiembre de 2011 pasará a la historia”, dijo Jean-Pierre Bel, jefe del grupo socialista del Senado, al canal de televisión LCI. “Los resultados de esta elección del Senado representan que la derecha se lleva su merecido”, afirmó.
La victoria de la izquierda sigue a una serie de triunfos de los candidatos socialistas en las elecciones locales de las mismas regiones donde decenas de miles de funcionarios municipales -investidos como los llamados “súper votantes” en los comicios del Senado- emitieron sus votos el domingo.
Un Senado de izquierda no será capaz de descarrilar los planes legislativos de Sarkozy, pero la pérdida de un bastión de derecha de larga data es un retroceso simbólico, especialmente cuando se toma junto con sus pobres resultados en las encuestas.
Sarkozy se ha vuelto un poco más popular en los últimos meses, pero sigue siendo uno de los presidentes que menos gustan de la Francia de posguerra y se enfrenta a una dura batalla por la reelección en una votación prevista para el próximo mes de abril.
Los votantes franceses están deprimidos por sus perspectivas económicas, el desempleo sigue siendo obstinadamente elevado y la crisis de la deuda europea ha puesto bajo examen a las finanzas públicas de Francia.
La portavoz del Gobierno, Valérie Pécresse, restó importancia a los resultados de las elecciones, señalando que Sarkozy mantiene la mayoría en la Asamblea Nacional.
“Esto no es en absoluto un punto de bloqueo para el Gobierno porque, como ustedes saben, es la Asamblea Nacional la que tiene la última palabra”, dijo.
Incluso si la Cámara Alta tiene poca influencia sobre la legislación, una derrota electoral perjudica a Sarkozy en los últimos meses de su mandato, mientras se enfrenta a una dura batalla por la reelección contra Francois Hollande, el candidato socialista más probable.
No hay leyes importantes pendientes que un Senado de izquierda pueda retrasar, pero perder su mayoría enterraría el gran plan de Sarkozy de conseguir incluir en la Constitución francesa una norma que garantiza el equilibrio presupuestario, como un guiño a las agencias calificadoras.
De los 170 escaños en juego en las elecciones, el oficialista UMP tenía 147 de un total de 343 ante los 115 del Partido Socialista antes de la votación del domingo. Los resultados finales se esperan más adelante el domingo.
El número de escaños en la Cámara alta se elevará el domingo a 348, para reflejar un aumento de la población.
Se espera que Sarkozy anuncie en algún momento de noviembre que se presentará para un segundo mandato en las próximas elecciones de abril.