El analista político estadounidense señaló en la televisión iraní que
el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush utilizó los hechos
del 11 de septiembre 2011 para engañar a la opinión pública y
justificar la guerra en Afganistán.
“Bush quería ir a la guerra. El 11/9 fue un incidente que ocurrió
realmente y proporcionó el pretexto para que el gobierno estadounidense
movilizara los sentimientos del pueblo de los Estados Unidos, que lo
indujeron a justificar una guerra”, señaló Richard Becker, quien forma
parte de ANSWER (Actúa Ahora para Parar la Guerra y Terminar con el
Racismo).
“En primer lugar, contra Afganistán y luego en el verano siguiente,
tratando de involucrar a Irak en lo que sucedió el 11 de septiembre,
con declaraciones falsas sobre armas de destrucción masiva, tratando de
asustar a la gente en los Estados Unidos en apoyo a esta guerra que se
ha convertido en un desastre absoluto para el pueblo de Irak,
Afganistán, Pakistán, y para el pueblo de los Estados Unidos “, agregó.
El analista también llamó al gobierno de EEUU para investigar el incidente después de una década.
“No aceptamos la explicación del gobierno de EE.UU. de lo que
sucedió el 11/9. Creemos que debería ser una investigación
verdaderamente independiente, porque sería interesante saber, por
ejemplo, si el ex vicepresidente de EEUU Dick Cheney, ex secretario de
Defensa Donald Rumsfeld y los demás sabían que algo se venía y no
hicieron nada para evitarlo, sino más bien para usarlo como pretexto”,
dijo Becker.
El 11 de septiembre de 2001, una serie de ataques coordinados se
llevaron a cabo en los Estados Unidos, dejando a casi 3.000 personas
muertas. Los Estados Unidos, bajo la administración del ex presidente
George W. Bush, invadió Afganistán en 2001 después de afirmar que los
ataques fueron llevadas efectuados por miembros de al-Caeda amparados
por el régimen talibán que gobernaba en Afganistán.
Estados Unidos también atacó a Irak en el 2003 alegando que el país
del Medio Oriente estaba en posesión de armas de destrucción masiva.
Sin embargo, se reveló más tarde que los líderes de Estados Unidos y el Reino Unido sabían de la inexistencia de tales armas.
