martes, 23 de agosto de 2011

Canciller ecuatoriano Ricardo Patiño: Invasión de la OTAN a Libia es una vergüenza

El canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, calificó como una vergüenza la invasión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a Libia, y afirmó que con ese episodio, la ONU sigue perdiendo credibilidad.


Cnciller Ricardo Patiño
“Es una vergüenza para el mundo que una intervención de esta naturaleza se haya producido”, manifestó Patiño al ser entrevistado en La hora de Carondelet, programa transmitido este martes por Radio Pública de Ecuador desde la sede del Gobierno.

Asimismo, señaló que “con el poder que tienen los países más poderosos del mundo para invadir un país como Libia, seguramente conseguirán sus propósitos”.

“Lo que se ha producido en Libia es una clara y franca invasión de países de la OTAN, que por supuesto, después de seis meses de bombardeos permanentes han debilitado al régimen de Gaddafi y parece ser que están ganando posiciones”, argumentó.

El funcionario declaró que “desenfadadamente los representantes de Estados Unidos y Europa siguen diciendo que seguirán apoyando (la operación militar) hasta derrocar a Gaddafi”.

De esta forma, “la autodeterminación de los pueblos, el derecho a su soberanía, está absolutamente afectado, lo cual no quiere decir que nosotros calificamos de buena o mala manera al régimen que ha existido en Libia”, anotó.

Afirmó que lo que ocurre en Libia “afecta tremendamente la credibilidad de las Naciones Unidas”, porque ésta cumple el papel que desean los países poderosos del mundo.

Recordó que en Irak se produjeron centenares de miles de muertos y la ONU no mandó invadir Estados Unidos por esa causa, y el organismo mundial tampoco intervino en Chile, durante la dictadura de Augusto Pinochet, en la que murieron miles de personas.

“Ahora, como hay algunos gobiernos que no son obedientes a las posiciones de los países poderosos del mundo, entonces los invaden”.

El canciller sostuvo que los países poderosos del mundo, simplemente, “intervienen y desaparecen gobernantes, a su antojo” en los lugares en los que “quieren tener influencia o aprovecharse de las riquezas, como en este caso del petróleo libio”.