domingo, 19 de junio de 2011

Televisión no apta para consumo humano

Luis Brito García./ En nuestro país existen tres entes por encima de la Ley: la mafia de los casinos, los motorizados y la televisión. Todos saben, salvo Conatel, que la masiva violación de normas y el irrespeto al público por la TV de señal abierta forzó la fuga de una tercera parte de la audiencia hacia la TV por suscripción. Salvo Conatel, todos conocen que la audiencia de la TV por suscripción dejó de crecer debido a la manera como ésta viola la Ley Resorte.

Luis Brito García
Nadie ignora, excepto Conatel, que la TV por suscripción aumenta ilegalmente el volumen en los comerciales. Que en todas sus emisiones duplica el límite legal de 15 minutos de publicidad por hora. Que sus infomerciales acuñan cuatro horas seguidas, atropellando la cuota legal de 10% de la programación diaria. Todos sus programas son deslaves de prohibida publicidad por inserción, que asesina la imagen con superposiciones, letreros e interferencias extrañas. En los canales Premium, que cobran por películas sin interrupciones, el espectador es estafado por inserciones ajenas a la imagen original. En los video clips concurren hasta cuatro inserciones simultáneas para destruirlos. En algunos espacios se inserta un estúpido logo publicitario que dura todo el programa o todo el día.

Para ellos un programa es una res muerta a ser destripada por una zamurera de comerciales, interrupciones, cuñas, inserciones e interferencias hasta provocar la huída de los damnificados, perdón, de la audiencia.

¿Por qué ésta no escapa hacia la TV de servicio público? Mark Weisbrot y Tara Rutenberg demuestran que los canales del Estado captan para 2010 un 5,4% de los televidentes.

Hay más de sesenta canales privados y doscientas operadoras de cable: que sólo cinco plantas públicas conquisten tal teleaudiencia no está mal. ¿Por qué no seducen el total?

¿Por qué no lideran todos los índices de audiencia, como lo hace en 2010 la estatal Corporación Radio Televisión Española desde que suprimió la publicidad? (www.adslzone.tv/.../sin-publicidad-la-audiencia-ve-mas-la-television/ ).

La respuesta la da Earle Herrera, conductor de El Kiosco Veraz, a quien varias veces vimos protestar alterado en vivo y en directo contra el diluvio de interrupciones, cortes y "pases" que despedazaban su espacio.

Todo invitado a la TV pública ha experimentado lo mismo: hay programas excelentes, pero el espacio audiovisual es una incontrolable anarquía en la cual cortes, pases, interrupciones, cintillos, avances y logos irrumpen como motorizados y atropellan la emisión y la audiencia hasta asesinarlas.

Esta merienda de locos es cualquier cosa menos socialista: es la proclamación del más ramplón pajarobravismo del último alcalde que inauguró un poste de luz o la penúltima burócrata que se antoja de coger pantalla y se sienten autorizados a acabar con el trabajo de los comunicadores y la paciencia del público.

Desesperado por el irrespeto, Earle Herrera cerró su Kiosco Veraz. Quizá razones parecidas movieron a Ernesto Villegas a abandonar su programa matinal; otros comunicadores me confían que están a punto de imitarlos.

Cuando la audiencia protesta, es normal: para eso se la maltrata. Cuando protesta el Gobierno, se lo merece: es su castigo por la inacción de Conatel. Pero cuando protestan los comunicadores, es que algo pasa.

Todo depende de unas elecciones que están a la merced de medios que se fundan en una TV no apta para consumo humano.

¡Y tan fácil que sería ganarlas aplicando la Ley Resorte!

PD: Otorgaron el Premio Aníbal Nazoa a esta columna y a mi blog http://luisbrittogarcia.blogspot "Por contribuir al ejercicio del librepensamiento, por abrir efectivos espacios para pensarnos y repensarnos en estos tiempos de amorosa edificación colectiva".