lunes, 13 de junio de 2011

Nicaragua: debacle en la cúpula conservadora

(PL) El futuro de la alianza "GANA PLC-PC" en el panorama político nicaragüense es hoy incierto, tras la debacle del pasado viernes en la cúpula del Partido Conservador (PC), uno de los dos integrantes de esa dupla electoral.


Fundado en 1830, el PC es el partido más antiguo de Nicaragua, y junto con los liberales dominó el escenario político de esta nación centroamericana durante más de un siglo, pero nunca ha ganado un proceso electoral.

Con el transcurso de los años, "Los Verdes", como también se les llama por su color insignia -aunque nada tienen que ver con los ambientalistas de otras latitudes-, han perdido gran parte de su influencia y constituyen en la actualidad una organización política de escasa incidencia en los procesos electorales nicaragüenses.

El PC participó en las elecciones de 1990 integrado a la Unión Nacional Opositora (UNO), en las que Violeta Barrios de Chamorro se alzó con la presidencia e inauguró un período de casi 17 años de gobiernos neoliberales.

En el 2001 concurrió en solitario a los comicios, pero apenas logró el dos por ciento de los votos y un par de los 90 curules que componen la Asamblea Nacional.

Para la cita del 2006 el PC se alió a la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), que llevó como candidato presidencial a Eduardo Montealegre, exministro en los gobiernos neoliberales de los presidentes Arnodo Alemán y Enrique Bolaños y gran favorito de Washington, que hizo todo lo posible por favorecer su triunfo en las urnas.

Con al aval estadounidense, la coalición ALN-PC terminó en segundo lugar en los comicios del 2006 -ganados por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y su candidato presidencial, Daniel Ortega-, y consiguió 22 curules parlamentarios, la mayoría para los candidatos liberales.

Para numerosos analistas locales, el Partido Conservador es hoy una organización política marginal, con más historia y tradición que fuerza real en las bases de la sociedad, aunque conserva alguna influencia en lasa zonas rurales.

Eso es lo que de cierto modo explica la alianza suscrita en marzo de este año con el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) que encabeza el expresidente Arnoldo Alemán, con vistas a participar en las elecciones generales del 6 de noviembre próximo.

Desde entonces todo parecía marchar sobre ruedas en la alianza "GANA PLC-PC", hasta que comenzó el proceso de inscripción de las candidaturas ante el Consejo Supremo Electoral (CSE).

Como se esperaba, la fórmula presidencial de la alianza fue encabezada por Alemán como candidato a la presidencia, pero sorprendió que Francisco Xavier Aguirre Sacasa, de larga militancia en el PLC, fuera nominado como aspirante a la vicepresidencia en lugar de una figura de la cupula conservadora, como se había supuesto inicialmente.

Pero no pasó nada, la alianza "GANA PLC-PC" se mantuvo incólume y sin grietas, al menos por lo que trascendió de las declaraciones de dirigentes de ambos bandos.

Sin embargo, fueron diferentes las consecuencias derivadas del proceso de elaboración e inscripción ante el CSE de las listas de aspirantes de esa alianza a ocupar algunos de los 90 curules de la Asamblea Nacional y los 20 del parlamento Centroamericano (Parlacén).

De la lista única presentada ante el CSE fueron excluidas o colocadas en posiciones con escasas o nulas posibilidades de resultar elegidas varias figuras prominentes del PC, entre ellas la expresidenta del partido Azalia Avilés.

La polémica subsiguiente trascendió a la prensa y fue la comidilla de las tertulias políticas locales durante varios días, sobre todo por la huelga de hambre protagonizada por una de las candidatas excluidas.

No está claro aún a quien hay que atribuir realmente la culpa de lo ocurrido y uno de los principales dirigentes del PLC dijo de forma categórica que ellos "no tienen vela en ese entierro", y son varios de los principales líderes verdes quienes por el momento están pagando los platos rotos.

Los sectores inconformes con la actuación de la dirección conservadora, encabezados por Azalia Avilés, efectuaron el pasado viernes una reunión del Consejo Nacional del partido, en la que acordaron la destitución del presidente nacional, Alejandro Bolaños Davis, y el vicepresidente, Alfredo César .

También fueron destituidos la secretaria general, Magda Briones, y el responsable de relaciones internacionales, Jaime Vega.

En su lugar, el Consejo designó a Aníbal Zúñiga como nuevo presidente y al médico Elio Artola como vicepresidente, así como a Joaquín Morales para la secretaría general y a Azalia Salmerón para relaciones internacionales.

Como anecdota ilustrativa del folclor político local, vale la pena señalar que la reunión del Consejo se efectuó en una carpa montada a orillas de la calle, en las afueras de la sede nacional del partido, porque dentro de la instalación permanecían Bolaños Davis y otras figuras impugnadas, negados a deponer sus cargos.

En la reunión, los miembros del Consejo Nacional alegaron, entre otros argumentos, que Bolaños Davis y Alfredo César habían manipulado las posiciones en las listas para favorecerse ellos y que excluyeron a otros candidatos que el Consejo había aprobado.

Tras el conflicto, la nueva dirección verde decidió impugnar ante el CSE las candidaturas a diputados de los dirigentes defenestrados, para restituir a los anteriormente excluidos, mientras, de hecho, exculparon al PLC de responsabilidad en lo ocurrido.

En resumen, se puede decir que, por las declaraciones públicas de ambas partes, la alianza "GANA PLC-PC" no parece correr riesgos por ahora, pero es probable que todavía no hayamos llegado al capítulo final de esta historia.