jueves, 16 de junio de 2011

NI recién nos despertamos, ni estamos "indignados por descubrir lo idiotas que somos"

Intelectual colectivo del PRT de Argentina./  No hay posibilidad futura de mejor vida para los trabajadores y demás sectores populares dentro del sistema capitalista de producción. (foto)




1. El marco internacional
La globalización y la transnacionalización de la producción han convertido al mundo en un solo mercado en donde ya no existen fronteras nacionales que frenen el avance del imperialismo, su sed de explotación y consumo de fuerzas productivas. La necesidad de mayor
ganancia y productividad hace que la burguesía no escatime fuerzas para lograr sus fines.
La subordinación de toda la producción a la ambición explotadora de un puñado de capitalistas y la falta de planificación social de la producción determinada por la libre concurrencia producen una anarquía
generalizada que ha llegado a extremos insospechados. En aras de seguir enriqueciéndose, los monopolios han puesto en vilo a la población entera del planeta. Amenazan inclusive la existencia de la humanidad mediante la posibilidad del empleo de armas de destrucción masiva o con la efectiva contaminación y agotamiento de las fuentes de sustento principales: el suelo, el agua y la atmósfera.
El sector más concentrado y centralizado de los monopolios internacionales ha desarrollado diversos tipos de herramientas institucionales de orden financiero, organizaciones comerciales, bancos internacionales, consultoras de riesgo y otros, de los cuales se ha valido y se vale para aumentar, en grado superlativo, la apropiación de plusvalía masiva proveniente del trabajo de obreros de todos los confines del mundo.
Estados Unidos de Norteamérica, cumple el papel de gendarme político y militar de todo el imperialismo dirigiendo y poniéndose al frente de las guerras mundiales contra la humanidad con el solo fin de dominar territorios, obtener riquezas y mantener el sistema de explotación capitalista. Así, con ese gendarme a la cabeza, el imperialismo invade,
mata y somete a pueblos enteros a los peores sufrimientos. Pero lejos de ser ésta una manifestación de solidez, no es más que la expresión sanguinaria de la debilidad política creciente del imperialismo propia de
su decadencia histórica. Se ve obligado a recurrir a estos métodos, pues ya no logra sus ganancias con engaños.
Consecuentemente, en los primeros años del nuevo siglo se ha manifestado una creciente oleada mundial de los pueblos que se plantan dignamente frente a la explotación sanguinaria, contra la muerte y el
esclavismo al que son sometidos, enfrentando el saqueo imperialista, convirtiéndose así en barrera infranqueable contra el engaño y la opresión, contribuyendo al debilitamiento de la base de la mentira capitalista y profundizando la pelea entre los monopolios que pujan entre sí por el control y la apropiación de la riqueza mundial.
Intentan vendernos el verso que la solución de los pueblos pasa por la integración de nuestros países a bloques regionales tales como el MERCOSUR, el ALCA, el Pacto Andino y otras organizaciones por el estilo.
Intentan mostrar que dentro de una nación, los intereses de los grupos monopolistas y gobiernos a sus servicios, son idénticos a los intereses de la clase obrera y demás sectores populares. En esa línea, alientan el
nacionalismo y pretenden enfrentarnos a los pueblos de otros países, mostrándolos como a enemigos agazapados que esperan la oportunidad
de abalanzarse sobre nuestros bienes y riquezas con el fin de apoderarse de las mismas. Mientras tanto, a través de esos organismos se saquea a
los pueblos sin distinción de nacionalidades y se tejen negocios entre monopolios, o bien se hacen acuerdos entre ellos para competir, eventualmente, con monopolios de otra región.
Es que no hay comunidad de intereses entre un pueblo oprimido y la burguesía monopolista aunque pertenezcan a una misma nacionalidad.
Sólo la unidad de los intereses históricos de la Clase Obrera argentina con las clases obreras y pueblos explotados de la región y del mundo en lucha
contra sus explotadores, logrará la derrota del poder de los monopolios internacionales.
La humanidad se encuentra en la época histórica de transición del capitalismo al socialismo, tendencia irreversible que, aunque pueda prolongarse más o menos en el tiempo, determina claramente que son
los intereses de las clases en pugna los que deben guiar políticamente el curso de las luchas y los enfrentamientos con la oligarquía financiera
internacional, independientemente de las diferencias nacionales.
No hay posibilidad futura de mejor vida para los trabajadores y demás sectores populares dentro del sistema capitalista de producción. La burguesía en general y la oligarquía financiera en particular, nos quieren convencer de que la globalización imperialista es la única realidad inmutable y que debemos someternos a ella. Quieren tapar la decadencia y promueven múltiples mentiras y campañas desinformativas para ocultar
la realidad.


POR QUÉ LUCHAMOS
http://www.prt-argentina.org.ar