domingo, 26 de junio de 2011

El Congresista derechista Mario Díaz-Balart busca castigar a los cubano-americanos que viajan a la Isla

DAWN GABLE / HAVANA TIMES - El congresista de Florida Mario Díaz-Balart afirma que sus compatriotas cubano-americanos están disfrutando demasiado de su libertad para visitar a familiares en la isla y enviando demasiado dinero a sus familiares. (foto)


Díaz Balart
Para combatir las “excesivas” visitas a la familia en el mandato de Obama, Díaz-Balart insertó una enmienda en el proyecto de ley de servicios financieros del año fiscal 2012 en un intento para evitar que los casi 400.000 cubano-americanos que con entusiasmo viajaron a la isla el año pasado, vuelvan a hacerlo.
El congresista afirmó que su opinión refleja la del 90% de la comunidad cubano-americana, aunque las cifras de viaje lo contradicen.
La enmienda volvería a las restricciones de la era de Bush al:
• Exigir licencias específicas para viajes familiares
• La reducción de la definición de “familia”
• Limitar los viajes a cada tres años por un período de 14 días
• Limitar las remesas familiares a los miembros de la familia inmediata
• Limitar el total de las remesas a 300 dólares por cada trimestre del año
La enmienda, caracterizada como cruel, mezquina y anti-familia por la Latin American Working Group, fue aprobada por el Comité de Asignaciones y será votada por el pleno de la Cámara de Representantes como parte de un proyecto de ley que no tiene nada que ver con Cuba o los asuntos exteriores.
Esta táctica no es nueva, de hecho este es un caso de turn-about.
En 2009, el diputado Serrano (D-NY) restauró los derechos de los cubano-estadounidenses a visitar su país cuando lo deseen, mediante la adición de estos términos al proyecto de ley general de ese año de asignaciones. Los proyectos de ley Presupuestarios y de Asignaciones se utilizan de esta manera por todos debido a que estos proyectos de ley tienen que ser aprobadas tarde o temprano, por lo que los miembros de la asamblea se ven obligados a aceptar en aras de mantener el gobierno funcionando.
La única voz razonable del lado republicano, el representante Jeff Flake, censuró a los conservadores diciendo que el partido que dice apoyar los valores familiares, un gobierno pequeño y la libertad no debe privar a la gente de sus libertades y dividir familias.
El diputado legislador de Puerto Rico, Serrano, advirtió que no se debe tratar de definir lo que constituye “la familia”, porque el alcance varía entre los diferentes grupos étnicos y el representante demócrata de Virginia Morán denunció la enmienda como anti-estadounidense y “totalitaria”.
En respuesta al bando republicano con argumentos que no tienen nada que ver con los viajes y las remesas de cubano-americanos, como la muerte el año pasado de un cubano en huelga de hambre, la congresista demócrata DeLauro comentó que los dirigentes sindicales son frecuentemente asesinados en Colombia, pero nadie habla de poner restricciones de viaje a los americano-colombianos.
La congresista Marcy Kaptur recordó sus experiencias en Europa del Este y dijo: “Debemos construir puentes, no muros”. La representante para California Barbara Lee señaló que la mayoría de los disidentes en la isla no sólo quieren levantar la prohibición de viajar sino todo el embargo. El representante Moran agregó que en vez de aislarnos, debemos estar buscando relaciones de cooperación en temas como el tráfico de drogas y la energía.
El representante Marcy Kapur habló en favor de establecer puentes, no construir muros.
Un demócrata, el representante Schiff, quien recientemente recibió un pago de $ 2000 del Comité de Acción Política para la Democracia en Cuba, de extrema derecha, pronunció un discurso improvisado sobre la terquedad del gobierno cubano, advirtiendo de que si no cumple con los deseos de EE.UU. , él va a votar con el señor Díaz-Balart la próxima vez, asegurándose así otro cheque antes de la votación en el pleno.
El congresista Díaz-Balart dijo que las remesas se han convertido en una fuente de recursos enorme para el gobierno cubano.
Pero al diputado Díaz-Balart no le interesa los hechos. No le interesa los cubanos en la isla ni el derecho de los cubano-estadounidenses a tomar sus propias decisiones al igual que cualquier otro grupo inmigrante. Él sólo está interesado en vociferar la misma retórica obsoleta que mantuvo a su hermano en el poder durante tanto tiempo con la esperanza de que esta fórmula mantendrá su empleo también.
Mientras tanto, el argumento principal de los legisladores a favor de la normalización y contra el embargo y la restricción de los viajes sigue siendo: “que esa política no ha funcionado durante 50 años”. Pero para los representantes y los senadores cubano-americanos, ha funcionado bastante bien!
La nueva enmienda tiene muchos obstáculos que superar antes de convertirse en ley.