Si en vez de vivir a medio camino entre "El mundo feliz de Huxley" y el del Gran Hermano orwelliano tuviéramos la fortuna de hacerlo en un mundo libre, verdaderamente libre, tendrían que darse muchas condiciones,y entre otras que tendremos ocasión de ir mencionando, existen dos de primera necesidad: que el prejuicio en todas sus formas sea erradicado, y que la verdad ocupe su lugar.
Creadores de prejuiciosy fanáticos del poder |
"DE ESO NO SE HABLA"
Existen temás tabú para los creadores de prejuicios o sus celosos albaceas si aparece por sorpresa la verdad, pues saben lo obstinada que resulta.Inmediatamente se ponen en marcha los mecanismos de descalificación para hacerle frente..Pero si la verdad tiene un aspecto nuevo y desconocido, todas las comadres del prejucio la estudian en secreto para ver de qué modo actuar contra ella. Y da igual que se trate de una visión espiritual , social, política, científica, educativa o cultural: en cuanto aparece con el sello de "alternativa", o el prejuicio "anti", las comadres respectivas de la inquisición pierden el sueño para dar con el modo de impedir que se propague. Si fallan todos los remedios y la verdad amenaza con propagarse demasiado hasta el punto de ser peligrosa, se convierte en ilegal y asunto de policías y jueces. Todo ese enorme trabajo de bomberos sociales lo realizan porque existe un miedo generalizado al principio de realidad entre los que dirigen en la sombra la economía real,la política real, la cultura y todo eso con que se pretende encorsetar al mundo a su medida.Hasta la mayor parte de la ciencia, que se pretende presentar como una nueva religión, cumple a la perfección el papel de prostituta, y no tiene reparo alguno en apoyar los intereses de sus amos guardando silencio los científicos cuando deberían hablar, o hablando cuando deberían guardar silencio.Ahora bien: ¿hacia dónde dirigen sus investigaciones? nunca es a eliminar el prejuicio, sino a querer formar parte del negocio de su explotación, y dentro de los negocios, del más rastrero de todos: del negocio de la muerte y con los propios muertos como cobayas.Basta con recordar algunos asuntos como el apoyo mayoritario de la ciencia a la energía nuclear, con su silencio cómplice ante los riesgos de los resíduos radioactivos, de los alimentos transgénicos, o de las consecuencias tremendas de los trasplantes o la clonación, la falta de información sobre las vacunas, los experimentos salvajes con animales, y un largo etc. para percibir hasta qué punto la ciencia se ha pervertido y alejado de la verdad convirtiendo también el principio de realidad en su realidad sin principios y actuando como cómplice de los prejuicios.
¿Qué hay en el fondo de la resistencia a la verdad por parte de todas las fuerzas que se le oponen?Olvidando por un momento los intereses económicos parece que si hurgamos en el cieno un poco más, descubrimos que sólo hay un gran y único miedo: el miedo al despertar de la conciencia de la humanidad; el miedo a un cambio cualitativo de la conciencia:
EL MIEDO A UN SALTO ADELANTE EN LA EVOLUCIÓN.
De darse un salto evolutivo, se produciria un cambio mundial sin precedentes y cundiría el pánico en los paraísos fiscales, en las bolsas, las iglesias , los parlamentos, los centros de investigación científica y universitaria y etc. Desde luego no quedarían lejos los medios de (in)comunicación.Tal vez enmudecerían al no tener con qué mentir ni material para estupidizar a las masas.
Si tales cosas llegaran a suceder, los pilares que sustentan esta absurda civilización caerían bajo el efecto dominó, de ahí que se pongan más esfuerzos en evitar el fluir de la verdad que en evitar el fluir del petróleo o de otras energías sucias que condujeron al cambio climático, que para la ceguera del Sistema parece menos peligroso que la verdad.
Los prejucios aún contaminan más nuestra vida que todos los hidrocarburos y otros contaminantes juntos, por lo que difundirlos al máximo es el modo más seguro de evitar que se produzca esa eclosión mundial de la conciencia que tanto temen, así que se emplean cantidades ingentes de recursos para controlar la mente de cada uno de los habitantes del Planeta en cuanto tienen acceso a la cultura o a algún tipo de medio de comunicación de masas, porque se trata nada menos que de impedirnos el derecho a ser dueños de nuestra conciencia, a ser dueños de nuestra alma.¿No es este el tradicional deseo de Satán? Evidentemente estamos ante instituciones satánicas, pero la verdad no puede ocultarse: es demasiado obstinada.
LA HUMANIDAD EMERGENTE Y EL PODRIDO ORDEN MUNDIAL
Aunque maten al mensajero una y otra vez,siglo tras siglo, aparecen otros siglo tras siglo, y poco a poco percibimos en nuestra época, si estamos atentos, cómo aqui y alla surgen brotes renovadores de conciencia libre. Son grupos ecologistas, espiritualistas, anticapitalistas, altermundialistas en general. No están unidos, pero acabarán por estarlo, y muchos de ellos no están exentos de equipaje científico alternativo, de conocimientos sobre el culivo pacifico de la Tierra, sobre la vida en armonía con el Planeta, sobre un orden social justo, libre y pacífico. Con ellos y su fuerza espiritual, una nueva Era emerge y se anuncia enmedio de grandes dolores de parto y convulsiones de todo tipo, porque lo nuevo no acaba de nacer ni de unirse ,y lo viejo agoniza juntando todas sus fuerzas en esta batalla decisiva.Pero tras ella será como el despertar de una tenebrosa pesadilla. Una nueva y floreciente humanidad sucederá a esta.Será una humanidad de espíritus libres que han sido capaces de sacudirse los venenos de la codicia, la ira, el odio, la pereza, la desidia mental, el consumismo, el egocentrismo, la sumisión y todo sostén al viejo mundo. Y cuando esta sociedad de la armonía llegue a manifestarse ,los recalcitrantes serán minorías, y llegará un momento en que por la ley de la semejanza ya no les será posible volver a nacer en este Planeta donde prevalecerá la verdad contra sus prejuicios y sus mentiras. Este sí será el fin de la historia, porque otra nueva ya se está abriendo paso en nuestros días.