lunes, 2 de mayo de 2011

De "eso" no se habla. (EL IM­PE­RIO DE LOS PRE­JUICIOS CON­TRA LA HU­MANIDAD EMER­GENTE)

Originario para Kaos.
Si en vez de vivir a medio camino entre "El mundo feliz de Hux­ley" y el del Gran Her­mano or­welliano tuviéramos la for­tuna de hac­erlo en un mundo libre, ver­dadera­mente libre, tendrían que darse muchas condi­ciones,y entre otras que ten­dremos ocasión de ir men­cio­nando, ex­is­ten dos de primera necesi­dad: que el pre­juicio en todas sus for­mas sea er­rad­i­cado, y que la ver­dad ocupe su lugar.


Creadores de prejuiciosy fanáticos del poder
Parece una prop­uesta sim­ple,pero ambas condi­ciones chocan frontal­mente con­tra el orden im­per­ante en nue­stro mundo, donde el pre­juicio es cul­ti­vado con el es­mero del jar­dinero con su flor preferida; y la ver­dad , ex­puesta de la forma que sea, es como soltar una piedra en las tran­quilas aguas de un es­tanque, porque su o­nda ex­pan­siva acaba por lle­gar a todas las orillas.​Esto es algo que por nada del mundo de­sean que ocurra aque­l­los que lo dirigen.​Por eso, a la ver­dad la dis­frazan, la escon­den, la dis­tor­sio­nan, la mu­ti­lan.Y pre­sen­tada al público de esta guisa, ¿quién puede re­cono­cerla ? Mu­chos hasta se mofan, porque han sido tra­ba­ja­dos desde la es­cuela para que acep­tan el pre­juicio en lugar de la ver­dad, y vean en esta algo peli­groso, algo que es pre­ciso es­con­der a la vista de todo el mundo, porque quien la mues­tra en público en toda su crudeza puede re­sul­tar víctima en lugar de recibir el­o­gios. Así que los pre­juicios pro­lif­eran entre nosotros como las malas hi­er­bas y for­nan el sus­trato que mantiene a las re­li­giones o a las otras di­ver­sas for­mas del poder or­ga­ni­zado de los men­tirosos que se en­car­gan de in­ven­tar­los y rea­v­i­var­los de cuando en cuando para evi­tar que se ex­tin­gan o sean ar­rasa­dos por el poder de la ver­dad. Por eso aman tanto las tradi­ciones:porque dan con­tinuidad a los pre­juicios.Pre­juicio, su­per­stición, fetichismo, son di­ver­sas corti­nas de humo para es­con­der la re­al­i­dad que se pre­tende es­camotear para colo­car en su lugar sucedáneos tan estériles como es­ter­il­izantes.A re­sul­tas de esto ten­emos fanáticos, y los más peli­grosos son pre­cisa­mente los que se al­i­men­tan de pre­juicios, pero no ten­emos por qué pen­sar en fanáticos re­li­giosos, lo que es fre­cuente al hablar de pre­juicios y fa­natismo, porque los pre­juicios científicos, so­ciales,cul­tur­ales, raciales, políticos, for­man,junto a aque­l­los otros, una am­plia gama de en­e­mi­gos de la re­al­i­dad, -o sea, de la ver­dad- al­i­men­ta­dos por las di­ver­sas fuentes de poder.​Su ob­jeto es con­ver­tir la mente de la gente en im­per­me­able a toda re­al­i­dad que no reciba su aprobación y que será con­ve­nien­te­mente ne­gada, si­len­ci­ada o ridi­culizada a través de los medios de (in)co­mu­ni­cación de masas y del cotilleo local. Su ob­je­tivo siem­pre es el mismo: con­ver­tir la ver­dad en sospe­chosa y evi­tar que se con­vierta en pro­tag­o­nista de la vida so­cial, porque de suceder tal cosa, saldrían a la luz toneladas de men­ti­ras celosa­mente es­con­di­das o dis­frazadas y cor­rerían peli­gro priv­i­le­gios y cuen­tas cor­ri­entes de mu­chos. Y es que los pre­juicios re­sul­tan muy útiles.​Los pre­juicios re­li­giosos con­vierten la es­pir­i­tu­al­i­dad en re­ligión de tem­p­los y cer­e­mo­ni­ales; los pre­juicios políticos con­vierten al ciu­dadano en rehén de los par­tidos que vota; los pre­juicios económicos ll­e­van a acep­tar como nor­mal la ex­is­ten­cia de la ex­plotación de los tra­ba­jadores; los pre­juicios so­ciales con­ducen a la idea de que ex­is­ten gru­pos ( clases, cas­tas, color de piel, etc) su­pe­ri­ores, con dere­cho a de­s­pre­ciar a otros. Y así po­dri­amos con­tin­uar. Tras esto siem­pre se oculta lo mismo: in­tere­ses económicos, poder y afán de re­conocimiento, que son el motor prinic­i­pal de los de­fen­sores de toda clase de men­ti­ras.

"DE ESO NO SE HABLA"

Ex­is­ten temás tabú para los creadores de pre­juicios o sus celosos al­baceas si aparece por sor­presa la ver­dad, pues saben lo ob­sti­nada que resulta.​Inmedi­ata­mente se ponen en mar­cha los mecan­is­mos de descal­i­fi­cación para hac­erle frente..​Pero si la ver­dad tiene un as­pecto nuevo y de­scono­cido, todas las co­madres del pre­ju­cio la es­tu­dian en se­creto para ver de qué modo ac­tuar con­tra ella. Y da igual que se trate de una visión es­pir­i­tual , so­cial, política, científica, ed­uca­tiva o cul­tural: en cuanto aparece con el sello de "al­ter­na­tiva", o el pre­juicio "anti", las co­madres re­spec­ti­vas de la in­quisición pier­den el sueño para dar con el modo de im­pedir que se propague. Si fal­lan todos los reme­dios y la ver­dad ame­naza con propa­garse de­masi­ado hasta el punto de ser peli­grosa, se con­vierte en ile­gal y asunto de policías y jue­ces. Todo ese enorme tra­bajo de bomberos so­ciales lo re­al­izan porque ex­iste un miedo gen­er­al­izado al prin­ci­pio de re­al­i­dad entre los que diri­gen en la som­bra la economía real,la política real, la cul­tura y todo eso con que se pre­tende en­corse­tar al mundo a su medida.​Hasta la mayor parte de la cien­cia, que se pre­tende pre­sen­tar como una nueva re­ligión, cumple a la per­fección el papel de pros­ti­tuta, y no tiene reparo al­guno en apo­yar los in­tere­ses de sus amos guardando si­len­cio los científicos cuando deberían hablar, o hablando cuando deberían guardar silencio.​Ahora bien: ¿hacia dónde diri­gen sus in­ves­ti­ga­ciones? nunca es a elim­i­nar el pre­juicio, sino a querer for­mar parte del ne­go­cio de su ex­plotación, y den­tro de los ne­go­cios, del más ras­trero de todos: del ne­go­cio de la muerte y con los pro­pios muer­tos como cobayas.​Basta con recor­dar al­gunos asun­tos como el apoyo may­ori­tario de la cien­cia a la energía nu­clear, con su si­len­cio cómplice ante los ries­gos de los resíduos ra­dioac­tivos, de los al­i­men­tos transgénicos, o de las con­se­cuen­cias tremen­das de los trasplantes o la clonación, la falta de in­for­mación sobre las va­c­u­nas, los ex­per­i­men­tos sal­va­jes con an­i­males, y un largo etc. para percibir hasta qué punto la cien­cia se ha per­ver­tido y ale­jado de la ver­dad con­vir­tiendo también el prin­ci­pio de re­al­i­dad en su re­al­i­dad sin prin­ci­p­ios y ac­tuando como cómplice de los pre­juicios.

¿Qué hay en el fondo de la re­sisten­cia a la ver­dad por parte de todas las fuerzas que se le opo­nen?Olvi­dando por un mo­mento los in­tere­ses económicos parece que si hurg­amos en el cieno un poco más, de­s­cub­ri­mos que sólo hay un gran y único miedo: el miedo al des­per­tar de la con­cien­cia de la hu­manidad; el miedo a un cam­bio cual­i­ta­tivo de la con­cien­cia:

EL MIEDO A UN SALTO ADE­LANTE EN LA EVOLUCIÓN.
De darse un salto evo­lu­tivo, se pro­duciria un cam­bio mundial sin prece­dentes y cundiría el pánico en los paraísos fis­cales, en las bol­sas, las igle­sias , los par­la­men­tos, los cen­tros de in­ves­ti­gación científica y uni­ver­si­taria y etc. Desde luego no quedarían lejos los medios de (in)co­mu­ni­cación.​Tal vez en­mude­cerían al no tener con qué men­tir ni ma­te­r­ial para es­tu­pidizar a las masas.
Si tales cosas lle­garan a suceder, los pi­lares que sus­ten­tan esta ab­surda civ­i­lización caerían bajo el efecto dominó, de ahí que se pon­gan más es­fuer­zos en evi­tar el fluir de la ver­dad que en evi­tar el fluir del petróleo o de otras energías su­cias que con­du­jeron al cam­bio climático, que para la ceguera del Sis­tema parece menos peli­groso que la ver­dad.
Los pre­ju­cios aún con­t­a­m­i­nan más nues­tra vida que todos los hidro­car­buros y otros con­t­a­m­i­nantes jun­tos, por lo que di­fundir­los al máximo es el modo más se­guro de evi­tar que se pro­duzca esa eclosión mundial de la con­cien­cia que tanto temen, así que se em­plean can­ti­dades in­gentes de re­cur­sos para con­tro­lar la mente de cada uno de los habi­tantes del Plan­eta en cuanto tienen ac­ceso a la cul­tura o a algún tipo de medio de co­mu­ni­cación de masas, porque se trata nada menos que de im­pedirnos el dere­cho a ser dueños de nues­tra con­cien­cia, a ser dueños de nues­tra alma.¿No es este el tradi­cional deseo de Satán? Ev­i­den­te­mente es­ta­mos ante in­sti­tu­ciones satánicas, pero la ver­dad no puede ocul­tarse: es de­masi­ado ob­sti­nada.

LA HU­MANIDAD EMER­GENTE Y EL PO­DRIDO ORDEN MUNDIAL
Aunque maten al men­sajero una y otra vez,siglo tras siglo, apare­cen otros siglo tras siglo, y poco a poco percibi­mos en nues­tra época, si es­ta­mos aten­tos, cómo aqui y alla sur­gen brotes ren­o­vadores de con­cien­cia libre. Son gru­pos ecol­o­gis­tas, es­pir­i­tu­al­is­tas, an­t­i­cap­i­tal­is­tas, al­ter­mundi­al­is­tas en gen­eral. No están unidos, pero acabarán por es­tarlo, y mu­chos de ellos no están ex­en­tos de equipaje científico al­ter­na­tivo, de conocimien­tos sobre el culivo paci­fico de la Tierra, sobre la vida en armonía con el Plan­eta, sobre un orden so­cial justo, libre y pacífico. Con ellos y su fuerza es­pir­i­tual, una nueva Era emerge y se anun­cia en­medio de grandes do­lores de parto y con­vul­siones de todo tipo, porque lo nuevo no acaba de nacer ni de unirse ,y lo viejo ag­on­iza jun­tando todas sus fuerzas en esta batalla decisiva.​Pero tras ella será como el des­per­tar de una tene­brosa pe­sadilla. Una nueva y flo­re­ciente hu­manidad sucederá a esta.​Será una hu­manidad de espíritus li­bres que han sido ca­paces de sacud­irse los ve­nenos de la cod­i­cia, la ira, el odio, la pereza, la de­sidia men­tal, el con­sum­ismo, el ego­cen­trismo, la sum­isión y todo sostén al viejo mundo. Y cuando esta so­ciedad de la armonía llegue a man­i­fes­tarse ,los re­cal­ci­trantes serán minorías, y lle­gará un mo­mento en que por la ley de la se­me­janza ya no les será posi­ble volver a nacer en este Plan­eta donde prevale­cerá la ver­dad con­tra sus pre­juicios y sus men­ti­ras. Este sí será el fin de la his­to­ria, porque otra nueva ya se está abriendo paso en nue­stros días.