Piñera dijo además que su país está preparado ante cualquier suceso pueda ocurrir en adelante, en entrevista televisiva en su país sureño, donde calificó a una posible victoria del Partido nacionalista como un “cambio radical” en las relaciones entre el Perú y Chile.
“No podemos intervenir en las elecciones peruanas. De hecho son en unos días más (el 10 de abril), y los cinco candidatos están muy cerca uno del otro, así que no sabemos quién va a pasar a la segunda vuelta”, manifestó Piñera y añadió que si gana el “nacionalista”, Perú podría cambiar su actitud hacia Chile.
El mandatario de Chile aseguró que su país tiene una posición clara frente a Bolivia y Perú, respecto al límite marítimo y que se debe de respetar los tratados internacionales vigentes, además de mantener o mejorar las relaciones bilaterales, refiriéndose a la demanda interpuesta por el Perú en 2008 para recuperar el mar usurpado por Chile y al reclamo boliviano de salida soberana al mar.
Por ahora, Chile se ha acostumbrado al trato que le dan los políticos y la prensa prochilena, que no critica los faenones con el gas para Chile ni el usufructo gratuito y casi monopólico de los cielos peruanos por la línea aérea subdesarrollada Lan, de la cual fue director.
Diarios como El Comercio callan sobre el faenón de Lan y la ausencia de una línea aérea de bandera, porque un director de Lan está casado con una de las propietarias del grupo El Comercio (que comprende a Perú.21, Gestión, América TV, El Trome, Canal N). Tampoco dicen nada del maltrato a los peruanos en Chile, tanto físico (habiendo llegado a las muertes) como psicológico y discriminatorio.
Con su injerencia, Piñera espera que por una mal entendida buena relación con Chile, los electores no voten por Humala.
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