lunes, 25 de abril de 2011

Nuevo golpe de Wikileaks: ahora las arbitrariedades de EE.UU. en Guantánamo

La organización Wikileaks ha dejado al descubierto los abusos cometidos por el gobierno de Estados Unidos en la cárcel de Guantánamo, así como la arbitrariedad en las detenciones y encarcelaciones sin pruebas.
Los documentos secretos del Pentágono aparecidos en varios medios internacionales -The New York Times, Le Monde, The Washington Post, El País y The Guardian- vuelven a comprometer seriamente al gobierno estadounidense.
La nueva filtración masiva -la cuarta mayor tras la de los papeles del Departamento de Estado de EEUU y las de las guerras de Irak y Afganistán- abarca el periodo desde 2002 a 2009. Es decir, casi todo el periodo de la administración de George W. Bush.
Los documentos son fichas de evaluaciones de los mandos militares de 759 de los 779 presos que han llegado a estar encerrados en la cárcel.
Los documentos muestran que el gobierno de EEUU mantuvo encerrados en la cárcel durante años a cientos de presos que no representaban peligro para Estados Unidos o sus aliados y que no tenían vinculación terrorista o con Al-Qaeda.
Estas evaluaciones de peligrosidad de los presos eran hechas por los mandos militares de EEUU en función de tres únicos e increíblemente simples niveles establecidos. El nivel alto implica que el detenido “probablemente” supone “una amenaza para EEUU, sus intereses y aliados”. El nivel medio implica que “quizás” lo suponga. Mientras, el nivel bajo implica que es “improbable” que sea un riesgo para el país.
Sólo de 274 presos se dijo que “quizás podrían entrañar un peligro”
La finalidad de estas evaluaciones es la de recomendar si se libera al preso, si es trasladado o si continúa en Guantánamo. Según estas evaluaciones, sólo de 274 presos se dijo que “quizás podrían entrañar un peligro”, por lo que EEUU no creía en la culpabilidad de alrededor del 60% de sus prisioneros.
Los documentos muestran la arbitrariedad de Estados Unidos para encarcelar a esas decenas de presos, sin pruebas objetivas, ni juicios, ni garantías y con severos interrogatorios de por medio. Muchas veces, ni las autoridades estadounidenses sabían el motivo por el que los encerraban en Guantánamo.
EEUU afirmó que 83 presos no suponían ningún riesgo para la seguridad de la nación, mientras que de otros 77 dijeron que era “improbable” que fueran una amenaza para el país o sus aliados. Según las evaluaciones de las autoridades de EEUU, el 20% de los presos fue conducido a la cárcel de forma arbitraria. Se encarcelaba a los presos fundamentalmente para “explotarlos”, según su propia terminología; por si sabían algo que pudiera ser útil.
De hecho, varios detenidos estuvieron encerrados hasta ocho o nueve años en la cárcel estadounidense sin que las autoridades de EEUU tuvieran prueba alguna contra ellos.
(Con información de Público.es)

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