Manuel Barroso y Jens Stoltemberg |
Svalbarg es un lugar adecuado por diversos motivos. No porque sea la cuna de un continente perdido ni el lugar de origen de un hombre ancestral superior depositado en estas latitudes por los mismísimos dioses nórdicos con Odín y Thor a la cabeza; la razón es más sencilla, cercana y practica. Su posición lejana, solitaria y de difícil acceso la hace óptima por razones de seguridad, el nivel de radiación en el macizo montañoso es bajísimo, además la capa de hielo permanente que cubre la bóveda funciona como un refrigerador natural con una temperatura constate de -18 -en el caso de que un sistema de refrigeración artificial sufriera averías- temperatura ideal para la conservación de semillas.
El Banco genético, almacenara más o menos 1500 millones de semillas pertenecientes a más de 3 millones de especies de plantas de todo el mundo. La iniciativa fue tomada por Plant Genetic Resources Institute y el organo International de Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación, FAO. El estado de noruega se ha comprometido a proporcionar el espacio físico y la construcción de de la bóveda, con un costo superior a varios millones de dólares. De esta manera se protege a los vegetales de la amenaza sobre la biodiversidad de las especies que podrían causar los cambios genéticos, las catástrofes naturales o la guerra atómica. Todos los países del mundo podrán hacer sus depósitos de semillas que, se conservaran en pequeñas ampollas selladas al vacío, cuyo objetivo es que sobrevivan al “Día del juicio final”. Entretanto los investigadores podrán hacer uso del banco para tomar genes frescos o bien para reacondicionar especies que hoy en día no se usan. Una vez cada 15 años se probara si las semillas se mantienen viables, sembrándolas para observar su crecimiento y así constatar que todo esta bajo estricto control.
El banco genético ofrece posibilidades para que en el futuro se pueda encontrar combinaciones genéticas alternativas y el uso de genes nuevos a los cuales no se ha tenido acceso aún. Un antecedente histórico es que, en Europa en el periodo comprendido entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, cuando el hombre empezó las practicas de la botánica experimental, muchas especies de plantas desaparecieron. Los expertos, actualmente andan a la búsqueda de plantas de granos que, no se han recombinado y que se encuentran principalmente en el Asia central, partes de África i el Oriente Medio. Esta esfera del conocimiento científico humano, pude convertirse en una cuestión política muy infectada y se discute acaloradamente en muchos frentes y foros, sobre quien es el dueño de los recursos genéticos y quien tiene el derecho sobre su utilización.
¡Lo concreto es que la bóveda esta terminada y ya almacena en su vientre protector, cientos de miles de ampollas conteniendo semillas!
Jorge
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