domingo, 10 de abril de 2011

La extrema derecha española vuelve a manifestarse en Madrid pidiendo que el apartheid político siga siendo política de estado


Cara al sol

La dictadura civil en España califica de terrorista a todo el que se le oponga democráticamente.

Por Kaos 
Miles de personas  han marchado  por las calles de Madrid  para participar en la manifestación convocada por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) bajo el lema "Por la derrota del terrorismo: ETA fuera de las elecciones". Es decir, pidiendo que, bajo el argumento de "luchar contra el terrorismo", cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas de Euskal Herria, partidarios de las vías exclusivamente políticas y democráticas, sin relación alguna con la organización armada ETA, se vuelvan a quedar sin derecho a organizarse, expresarse y a actuar políticamente en las instituciones públicas, previo respaldo democrático de la ciudadanía.
Aunque la marcha no se ha iniciado hasta las 17:00 horas, más de media hora antes los manifestantes ocupaban ya la glorieta de Bilbao, lugar del inicio de la marcha que acabará en la plaza de Colón, y la calle de Sagasta y que ha empezado con gritos de  "Zapatero embustero"  "o "Rubalcaba a prisión". Como si Rubalcaba o Zapatero estuvieran en otra línea política diferente a la defendida hoy en las calles de Madrid por esta pandilla de extremistas antidemocráticos. 
A esta manifestación se han sumado unas cuarenta fundaciones, entre ellos colectivos y asociaciones, sindicatos de Policía y de la Guardia Civil, curiosamente los mismos que mandan sus "objetivos" informes a la judicatura para que a consecuencia de ellos se lleven a cabo sentencias tan surrealistas y antidemocráticas como la última del Trubunal Supremo contra Sortu.
La marcha ha contado también con una  gran representación del Partido Popular,  pese a la ausencia de su líder, Mariano Rajoy. La expedición de los neofranquistas ha estado encabezada por su secretaria general, María Dolores de Cospedal, acompañada de Esteban González Pons, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo o Alberto Ruiz Gallardón, entre otros. Los amigos de la extraordinaria placidez del franquismo, los que jamás han condenado ni condenarán lo que hicieron sus antecesores ideológicos durante los cuarenta años de dictadura fascista, vuelven a demostrar que añoran aquellos tiempos con gran fuerza, pese a que poco a poco se van pareciendo más a estos de hoy en día, con esas mismas masas de ultras de extrema derecha desbocados y con sus representantes políticos, económicos y judiciales controlando todos los resquicios del poder del estado.
"Ni plan A, ni plan B, ni plan C. 22-M sin ETA", "Sortu es ETA" o  "No más mentiras, no más treguas trampa". Han sido algunas de las pancartas bajo la que los líderes del Partido Popular, se han dado su particular baño de masas. De masas de extrema derecha reaccionari y antidemocrática, claro. 
Asimismo ha estado presente la líder de Unión Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, y Ciutadans. Otra que se apunta a cualquier sarao, cuanto más ultra, radical, y de extrema derecha, mucho mejor. 
La marcha de los radicales de extrema derecha, partidarios del totalitarismo de estado, y el ataque a los derechos políticos y civiles de cientos de miles de personas dentro y fuera de Euskal Herria, ha contado además con una gran   cobertura mediática en las radios y televisiones ultras. Tanto Intereconomía, como Veo7, Es. radio, Cadena Cope, Libertad Digital Tv, y demás realea de la brunete mediática, han retransmitido en directo la protesta de los totalitarios antidemocráticos.
Mientras tanto, a esas mismas horas, en Euskal Herria se estaba celebrando un acto en favor de la democracia y los derechos políticos y civiles de todas las personas, con la presentación de una candidatura, Bildu, que ha hecho de tales premisas la base de su programa político.
Encuentren y vean, en unos y otros actos, las diferencias de los que defienden la normalidad democrática, y aquellos que defienden el apartheid político, el totalitarismo y la exclusión antidemocrática. El fascismo avanza y avanza en España, cada vez más rápido

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