viernes, 24 de diciembre de 2010

Wikileaks y el “bolivarianismo”


Las revelaciones de Wikileaks sobre los cables de la diplomacia estadunidense han tenido un explosivo efecto desmoralizador en el seno de la elite dominante de Estados Unidos, que mal podrá disminuir su inarticulada e histérica política de control de daños y su empeño enfermizo en tomar represalias contra Julian Assange. No obstante la discusión sobre las motivaciones del vocero de Wikileaks y sus colaboradores, lo cierto es que ya el impacto ocasionado por la filtración a la imagen pública del decadente imperio es muy grave y podría llegar a ser peor pues quedan muchos telegramas por conocer. En todo caso, aún es temprano para realizar una evaluación en profundidad de la real magnitud del daño sufrido por la credibilidad imperial y por sus redes de espionaje y difusión del pensamiento único. Como también es cierto que un divulgador de pruebas irrefutables de la cruel política imperialista a escala mundial merece solidaridad, sobre todo si, como ocurre con Assange, es reprimido y amenazado con saña.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Eva Golinger analiza métodos de filtración de Wikileaks

"Oda a la mierda"

Dos conocidos fascistas sudamericanos llaman abiertamente al magnicido de Chávez

La batalla ideológica


Dos niveles definen el campo actual en el escenario  de la batalla ideológica. Un primer nivel se ubica en el plano teórico-conceptual. Plano permanente y estratégico. El otro, es el operativo, lo táctico y pragmático. Ambos niveles configuran la situación vigente que determina la profundización o no del Proceso. El avance y consolidación del Proceso se alcanzará si damos la batalla y obtenemos la victoria en la lucha ideológica.   
El plano teórico conceptual se refiere a la estructuración de las ideas fundamentales de la búsqueda revolucionaria. Es, principalmente, la confrontación entre reforma o revolución. La Reforma busca mantener la estructura capitalista; mientras que la Revolución tiene que hacer posible, viable y concreto el cambio de estructura. Estas posiciones exigen definiciones inequívocas.
Todavía el aparato del Estado y gran parte de las organizaciones de la sociedad guardan un porcentaje muy elevado de individuos que no se han podido desprender de la cultura reformista de la cuarta república; y, por lo tanto, sucumben ante la fascinación del poder. Se incrustan en la lujuria cupular del mando y se olvidan del prójimo. Se arman de interpretaciones subjetivas o lo que es igual a las denominadas disonancias cognitivas de la revolución para montarse en la cacería de las comisiones. Caen en las redes de la corrupción y traicionan las metas revolucionarias. Otros, que no son revolucionarios, siguen viviendo del Estado. Cargos, contratos y negociados se imponen por encima del Bien Común del colectivo. Se amparan ante un mal uso de la llamada “institucionalidad” para obstaculizar el avance del Proceso y dejar mal parado al Presidente Chávez.Estos reformistas (de la V y de la IV) son en el fondo una cuerda de usufructuarios que haciendo uso de la bondad y del nombre del presidente siguen alimentado la inmensa burocracia parasitaria y los hábitos del puntofijismo. Sólo la conciencia revolucionaria inspirada en el árbol de la tres raíces (Bolívar, Rodríguez, Zamora), en la huella que orienta la concepción originaria (Cristo, Ché) y sustentada en la  democracia directa (socialismo del nuevo siglo), pueden deslastrarse de quienes no saben qué es la revolución, pero que viven de ella.

Wikileaks: Documentos confirman planes de Washington contra Venezuela

 
Documentos del Departamento de Estado divulgados por Wikileaks evidencian planes de Washington para aislar a Venezuela ante la comunidad internacional y la solicitud del ex Presidente de Colombia Álvaro Uribe para usar fuerza militar contra Venezuela
Entre los más de 1300 documentos secretos y confidenciales del Departamento de Estado divulgados por Wikileaks durante las últimas dos semanas, una cantidad significativa se tratan de los esfuerzos de funcionarios estadounidenses para aislar y contrarrestar al gobierno de Venezuela.
Desde que Hugo Chávez ganó la presidencia de Venezuela en 1998, Washington ha apoyado múltiples esfuerzos para derrocarlo, incluyendo un golpe de estado fallido en abril 2002, un paro petrolero a finales de ese mismo año, y numerosas intervenciones en los procesos electorales en el país. A través de las agencias del Departamento de Estado, como la Agencia Internacional del Desarrollo (USAID) y la National Endowment for Democracy (NED), Washington ha canalizado millones de dólares a organizaciones, partidos y medios opositores en Venezuela, con la intención de socavar al gobierno democrático del Presidente Chávez y forzar su salida del poder. Y durante las últimas semanas, congresistas estadounidenses han aumentado sus llamadas para "enfrentar directamente" a Hugo Chávez y hasta han habido discusiones en medios estadounidenses sobre su potencial "asesinato" como solución.

Baltazar Porras solicitó al gobierno de EEUU actuar contra el Presidente Hugo Chávez


Un documento confidencial de la Embajada de Estados Unidos en Caracas redactado por el entonces Embajador William Brownfield en enero 2005 revela que el obispo católico Baltazar Porras solicitó ayuda del gobierno estadounidense para "contener" al presidente venezolano Hugo Chávez.

El cable, que fue enviado por la Embajada al Consejo de Seguridad Nacional en Washington y a la sede del Comando Sur del Pentágono, fue publicado por Wikileaks este domingo 12 de diciembre. Titulado "Arzobispo venezolano insta al gobierno de Estados Unidos postura más crítica contra Chávez", el Embajador Brownfield relata en el documento que durante una reunión que sostuvo el 6 de enero del 2005 con el Arzobispo Porras, el líder religioso dijo que "el gobierno de Estados Unidos debería ser más explícito en sus críticas contra Hugo Chávez. Porras instó a la comunidad internacional más participación para contener las aspiraciones regionales de Chávez..."

Porras, quien apoyó y participó el golpe de estado en abril 2002 contra el Presidente Chávez y ha continuado en sus esfuerzos para derrocar al gobierno venezolano utilizando a la iglesia católica como escudo, contó al Embajador Brownfield que consideraba al Presidente Chávez como un "problema de largo plazo". Pero también "advirtió que en cuanto mayor sea la espera del gobierno de Estados Unidos para contener a Chávez", más dificil sería lograrlo.